Me pasé el resto del día encerrado en la pieza de Paola, jugando a la Play. En realidad no tenía tantas ganas de hacer esto, porque ya terminé con los pocos juegos que tengo. Me vi obligado a comenzar desde cero el Grand Theft Auto V, solo porque no quería estar en el living. Allí estaba Camila, con sus grandes tetas a plena vista, y no quería pasar un momento incómodo, porque por mucho que lo intente, mis ojos siempre caen en esos pezones. Con Milagros ya no me siento tan incómodo al mirarle las tetas, porque sé que ella se lo toma de otra manera. Sin embargo a Camila le avergüenza mucho que la estén mirando.
De pronto la puerta del cuarto se abrió, algo que ocurre todo el tiempo en esta casa. Por suerte en esta ocasión me encontraron con el pantalón puesto y las manos ocupadas en los vi
