—Sí… pero no importa… metemela igual. —¿Eh? —Sí, quiero que me la metas. Ya mismo. —Qué putita que sos —le dije, entre risas. —Hoy ando con muchas ganas de coger. También me la podés meter por el culo, si querés. —Me encantaría hacerlo, pero quiero respetar las reglas del juego. —No hace falta… —Para mí sí. Quiero aprender a hacer esto bien, y meterla es un buen incentivo. Me lo quiero ganar, tal y como dicen las reglas del juego. —Ufa… ahora mismo me jode un poquito que seas tan noble; pero es algo admirable. Sos un buen chico, Mateo. Me caés muy bien. —Gracias… vos me caés muy bien a mí. Y me gustaría que fueras sincera. Camila tiene mucho talento para esto, así que ya sabés lo que se siente cuando alguien lo hace bien. Te la voy a meter, con mucho gusto; pero solo si me lo gané