Pao se acostó boca arriba en la cama y Selene se sentó junto a ella y le apoyó una mano sobre el vientre. Verlas a las dos completamente desnudas en esa posición hizo que mi v***a reaccionara. ―Lo primero que hay que hacer es calentar motores ―dijo mi mamá―. Esa era la expresión que usaban en el taller conmigo antes de metérmela por el culo. ―Debió ser una experiencia muy… excitante ―dijo Pao. ―En su momento lo fue, tardé bastante tiempo en entender por qué no podía comportarme de esa manera. Sin embargo, no puedo negar que hubo momentos que disfruté. ―¿Y qué hacían para “calentar motores”? ―Preguntó mi hermana. ―Uf, de todo. Lo más habitual era tenerme un buen rato chupando una o dos vergas. A mí el acto de chupar siempre me calentó. También me metían los dedos en la concha ―Selene