Mila saltó de su cama, estaba en ropa interior mirando su celular para pasar el tiempo, antes parecía aburrida, pero ahora estaba enérgica, revitalizada. Volvió con Camila y Brenda en pocos segundos y luego volvió a marcharse mientras decía “Ya vuelvo”. No tenía tiempo para preguntarle dónde iba. Cami también entendió que teníamos que pasar a la acción lo antes posible, por lo que se puso en cuatro sobre la cama sin siquiera decir una palabra. Estaba desnuda de la cintura para abajo y Brenda se encargó de quitarle la remera negra que tenía puesta. Yo me posicioné detrás de Cami y saqué el plug. Me encantó la forma en la que su culo se dilató para que ese peculiar juguetito pudiera salir. Usé el lubricante que, estratégicamente Milagros había dejado en su mesita de luz (Bah, en realidad si