When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
La bulliciosa terminal del aeropuerto estaba llena de viajeros que pasaban apurados. Leo y Elisa estaban esperando que llamaran a su número de vuelo cuando de repente se enfrentaron a un evento desafortunado. —¿Qué? ¿El vuelo está cancelado? —Leo dijo a través del teléfono, tomando a Elisa por sorpresa. Ella frunció el ceño y se puso de pie, tratando de escuchar su conversación. Leo se masajeó el puente de la nariz—. Bueno, pídele a alguien que lo arregle muy rápido. Reservo todo el avión para alguien especial, ¿y ahora me dices que ni siquiera funciona? Elisa se aferró al bíceps de Leo. —¿Está todo bien? —preguntó en voz baja. —Espera un segundo —dijo en voz baja antes de volver su atención a su teléfono—. ¿A qué hora podemos subir a ese avión? ¿Mañana? Debes estar bromeando —dijo con