CAPÍTULO III-1

2013 Words

CAPÍTULO III —Eres muy apuesto y muy fuerte!— dijo la Marquesa Isabel, con una suave voz seductora de leve acento extranjero. —Necesito ser fuerte contigo— respondió el Conde. Nunca, en su largo trato con mujeres, había conocido a ninguna más apasionada ni más insaciable que la Marquesa de Alcalá. Pensó, desde el mismo instante en que la conoció, que era una mujer en extremo atractiva. Fue en una formal fiesta diplomática, en la que ella hacía el papel de anfitriona con considerable habilidad. Sus ojos se habían encontrado, y él se dio cuenta de que lo que ella decía con ellos, en silencio, era muy diferente de lo que musitaban sus labios. El Conde persiguió su presa con la misma implacable determinación que aplicaba a sus caballos y a todo lo demás. Fue sólo cuestión de tiempo ant

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