Comencé a llorar desesperadamente. No quería tener un bebé de esta forma, sola, sin una familia y… sin saber quién era el padre. La prueba que marcaba el tiempo de embarazo decía que tenía siete semanas, el mismo tiempo en el que yo había dormido con Hunter y Logan con sólo un día de diferencia entre ellos. ¿Qué podía ser peor? Ah, claro. Era peor el hecho de que Logan quería una familia tanto como nadar con tiburones. O era peor que Hunter siguiera saliendo con Emma, mi empleada. ¿O qué me diría mi abuela cuando le dijera que no sabía de quién estaba embarazada? ¿Elena al saber que dormí con su colega?
Pero sentí que lo peor de todo es que ni Logan ni Hunter estaban interesados en un hijo. Yo siempre lo había querido, pero no así, no sin alguien que me apoyara o alguien con quién ir a l
