•De New York.

1338 Words
Lunes por la mañana, los pasillos de la escuela rebalsados de cientos y cientos de adolescentes gritando, murmurando, hablando y todo lo molesto que termine en "ando". —Cambia esa cara, nena. No es manera de recibir un lunes. Recién acaba mi clase de informática, hoy aprendimos a usar el Excel de las computadoras, para ser sincera no entendí ni media mierda de lo que decían. —No puedo entender tu buen humor, Steven. Noah y yo vamos caminando por los pasillos directo a la cafetería donde nos encontraríamos con los demás. —¿Sabes por qué estoy de buen humor? —niego —Bebé, hoy jugamos contra los idiotas de Frendfurg y les patiaremos el trasero. —¡Hey! Aleja tu sucio pie de West High de los perfectos traseros Frendfurg. —Ignorare la cochinada que acabas de decirme —baja sus lentes de sol—, solo para decirte que cuando el partido acabe tu y yo iremos a cenar. —¿Y a que se debe la cena? —A que se me da la regalada gana de cenar contigo, paso por ti a las diez. De repente siento el ambiente caluroso. —No soy una chica de cenas, Steven. —Mira, chica inalcanzable distinta a todas, si quieres cenamos patatas fritas y coca cola en parque, pero saldremos. ¿Bien? ¿Esto es una cita? ¿Una salida como amigos? ¿Que carajos es esto? Me quedo callada unos segundos buscando alguna excusa para no salir con él. No me malinterpreten, adoro a Noah y me parece un chico muy atractivo, pero la regla que acordamos la noche anterior en el jeep no deja de rondar por mi cabeza, una vocecita me dice "Quita tus manos ahí" y mi corazón dice "Lo que sea por patatas y coca cola". Demonios. —De acuerdo, es una salida de amigos muy amigos. Le doy un puñetazo en su hombro y Noah se queda en modo avión durante unos segundos, quizá procesando la estupidez que acabo de decirle. Yo por mi parte le sonrió forzadamente y al ver como su ceño se frunce, confundido, entro casi corriendo a la cafetería. Bien hecho, Dalleris. Me apresuro a sentarme en nuestra mesa habitual, ya están todos ubicados excepto Brit, que come en la mesa de animadoras y los más populares del equipo. Entre todos esos el tarado de Tyler. —Odio a ese tipo —lo miro casi con asco. —¿Tyler? Es buen sujeto. —lo apoya Fred—Y en la fiesta lo vomitaste. —Es un cretino que se cree la gran cosa, imagina ser un narcotraficante buscando por la C.I.A ¡Y no le pone ketchup a sus papas! —Peter aprieta su jugo con fuerza y este estalla mojando toda su cara —¡Odio a ese tipo! Noah y Fred secan el rostro de Peter con preocupación y total concentración. No dejo de observar a Britney, como menea su cabello y le hace ojitos al idiota ese, siento que detrás de esa sonrisa de encantador hay malévolos planes. —¿Noche de películas? —pregunta Fred ya comiendo su gelatina de manzana. —No puedo salgo con Noah. Estaba sumamente concentrada acosando a mi hermana que las palabras se escaparon de mi boca. Cuando caí en cuenta de lo que había dicho, los tres idiotas, me estaban mirando asombrados e incómodos en cierto punto. Mi boca quedó entre abierta y le hice una seña visual a Noah para que me ayude. —Si, tendremos una cena de amigos, muy amigos —me sonríe secamente. —Ya saben, patatas, refresco, parque. Nada romántico señores, nada romántico. Los chicos siguen mirándome confundidos, no saben si seguir la conversación, cambiar de tema o solamente levantarse e ignorarme por el resto del día. —Claro —responde Fred. —Igualmente pueden quedarse en casa, Susan me dijo esta mañana que se irá a Malibú unas dos semanas —entorno mis ojos—, dice que no soporta más a Mo. —¿Pelearon? —Pit lanza su caja de jugo con violencia contra su bandeja de comida. —Si, más de lo mismo. Los chicos asienten con algo de pena pero en fin, cambiamos de tema hasta que el timbre de vuelta a clases sonó. Me tocaba clase de historia, así que fui directo al tercer piso de la escuela, entre en el salón y me ubique en una de las últimas mesas. Mierda, olvidé hacer mi tarea. Mi teléfono vibró en el bolsillo trasero de mi pantalón, lo saqué al mismo tiempo que mi profesor se adentraba a dar la clase. —Buenos días chicos —saluda depositando su portafolio sobre el esceitorio—. Espero que hayan hecho su tarea, estamos próximos al examen del semestre. Parker: Te extraño. 09:58 Leo aquel mensaje que llegó a mi w******p con el teléfono por debajo de la mesa. Quiero contestarle a mi mejor amigo pero si el profesor me ve con el celular en clases me meteré en problemas. Bloqueo el teléfono con la esperanza de que Lopard se distraiga así poder contestar. —En el examen entra la segunda guerra mundial, es importante que tengan anotados todos los datos históricos importantes de aquella... La puerta abriéndose interrumpe la introducción a clase, es el director junto con un chico muy molesto, o al menos eso parece por expresión. Es más diría que si está fastidiado, agotado y claramente no quiere estar aquí. ¿Cómo lo sé? Porque lo conozco perfectamente. —Una disculpa profesor por interrumpir su clase —el director le da un apretón de manos a Lopard—. Él es Parker Leighi, inicia el semestre el día de hoy. —Entiendo, bienvenido Parker —Lopard aprieta la mano del castaño que lo mira fastidiado—¿De dónde vienes? —New York —sus ojos se encontraron con los míos, me mira seriamente—. Soy de New York. —Estupendo, entonces puedes ubicarte en el asiento de aquí en frente. Que tengas un buen año escolar en West High. —Gracias, eso planeo. [***] Parker no habló en toda la clase, aparentemente se la pasó dibujando en su cuaderno ignorando por completo todo lo que lo rodea. El timbre de receso sonó, me apresure a guardar mis pertenencias y cuando levanté la vista para llamar a mi mejor amigo el ya no estaba. No me dio tiempo a reaccionar fue de los primeros en salir casi corriendo de aquí. ¿Estará enfadado conmigo? ¿Por qué no me dijo que vendría a California? —Hola ¿Quieres? —Brit me cruza cerca de las escaleras para bajar al primer piso, me ofrece una lata pequeña de Coca Cola. —Britney, Parker está aquí —llevo mi mano hasta mi pecho, el gas de la bebida me hizo mal y siento que se va a explotar mi cabeza. Bebi muy rápido y estaba muy fría. —Oh, Alai. —su mano se posa en mi hombro —Él también está en mi corazón. La miro confundida y entorno mis ojos. —¿Qué? ¡No! Esta aquí en la escuela, acaba de salir de mi clase de historia ¿Lo has visto? —¿Parker aquí? —mi hermana se encuentra igual de desorientada que yo—¿No te dijo que venia? —No ¿Y a ti? —ella niega buscando con la vista. Mis ojos recorren el pasillo de punta a punta, logro verlo. Apoyado junto a las escaleras me sonríe, niega y baja sin apartar su vista de mi. Ignoro el interrogatorio de Britney y bajo casi corriendo los escalones, donde ya varias veces me he dado unos buenos golpazos, salto los últimos tres pero mis pies no tocan el piso, unos brazos me agarraron en el aire y en una maniobra perfecta me colocaron sobre un hombro bastante fuerte. Ese trasero voluptuoso lo reconocería a miles de kilómetros. —¿Me buscabas? —Parker, hijo de puta.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD