Capítulo 5| Somos amigos.

1569 Words
NOAH Alai se encuentra bastante nerviosa aunque intenta disimularlo, estoy buscando las palabras exactas para sincerarme con ella sin cagarla. Estamos sentados al borde de la piscina, le envié un mensaje a Peter avisándole que tardare un poco en volver a la cena y que quizá Alai no volvería. —Antes que nada —se apresura a hablar sin mirarme—, tuve que irme porque Parker se metió en problemas. —Supuse que sería algo de eso —por primera vez desde hace un rato me mira asombrada—, tus nudillos están lastimados y llevabas el botiquín de primeros auxilios en las manos, me recordó al día que nos ayudaste con los otros dos. —Si bueno, no se compara a la paliza que le dieron a Parker —niega con su cabeza. —¿Él está bien? —Se recuperará, no es su primera pelea. Tomo su mano entre las mías, esta fría y comienza a temblar con mi tacto. —Lo que sucedió en el campo de juego... —¿Es tu novia? —Lo fue, hace unos meses atrás antes de que llegues. Es una larga historia que si quieres puedo contarte. Tyson duda unos segundos pero termina por negarse, no quiere saber que sucede entre Dess y yo. —Está bien, Steven. No tienes nada que explicarme, somos amigos. —Si, pero tu me gustas —suelto rápidamente. La rubia gira abruptamente su cuerpo en un movimiento extraño y cae de cabeza al agua, obviamente una carcajada se me escapa en cuanto ella sale a la superficie mirándome entre sorprendida y ofendida. —¿Que yo te que? —Me gustas, me llamas mucho la atención, Tyson —la ayudo a salir del agua tendiendole mi mano. —¿Por qué? O sea, te gusto ¡Genial! Pero...¿Por qué? No soy la más atractiva chica que haz conocido. —No lo sé, si supiera porque me gustas quizá no dudaría tanto y te hubiese besado mucho antes —ella me sonríe sonrojada—, pero ahora estoy en problemas. —¿Problemas? —Dess volvió, me besó y dice que me ama —me recuesto en el césped dejando mis pies en el agua, Tyson se sienta junto a mi observándome en silencio—. Creí que la había superado y que todo quedó atrás. —Pero no es así ¿Verdad? —su cabeza se eleva mirando al cielo que de a poco se va oscureciendo dándole paso al anochecer. —No lo sé, no quiero lastimarte pero tampoco quiero lastimar a Dess. Tengo mucho aprecio por ambas pero no soy de esos que juega con dos o más chicas a la vez. —Steven, es sencillo. Solo tienes que elegir entre ella o yo, tampoco es como que me emocione ser la tercera en una relación o una simple opción —toma mi mano tirando de ella para sentarme a su lado. —Lo siento, pero quiero saber si entres dess y yo aún hay algo —acaricio su mejilla—, no quiero pedirte que me esperes. —No lo hagas, porque tampoco podría esperarte, no me gusta perder el tiempo —quita mi mano de su mejilla lentamente—. Noah, no voy a ser yo quien impida que busques amor o...lo que sea con Destiny. —¿Lo que sea? ¿A que te refieres? —Olvídalo, solo...ve con ella. De todas formas tu y yo dudo que funcione, apenas te conozco hace tres meses, somos buenos siendo buenos amigos. Sus palabras causan un pequeño dolor en mi pecho, no estoy seguro de lo que hago o digo, si es cierto que con Dess aquí no puedo concentrarme cien por ciento en Tyson. Por más que quiera aún tengo algo pendiente con Destiny, algo inconcluso que jamás debió terminar quizá. —Rubia yo...—ladeo mi cabeza, siento mis ojos cristalizados. —Está bien, no te preocupes por mi. —¿Me darías un último beso? —pido casi suplicando. —No —rie—, no quiero darte un último beso, no a ti. Porque si lo hago, si vuelvo a besarte solo para despedirnos y fingir que nada sucedió...me romperé en mil pedazos cuando ya no te tenga en frente. No me hagas sentir que ya no quedan esperanzas. Alai se pone de pié, yo detrás de ella. Se despide de mi con un beso en la mejilla, antes de entrar a su casa me pide que me disculpe con todos por no volver a la cena pero debe quedarse con su mejor amigo para vigilarlo. —Te veo mañana —le digo antes de que cierre la puerta. —Como siempre. BRITNEY Esto es realmente genial, Peter se llevó el Jeep y cuando volvió me dijo que lo dejó en casa. No se que problemas con Alai hubo pero tampoco quiero saberlo, estábamos poniendo la mesa cuando mi hermana apareció corriendo, se llevó a los chicos, me quitó las llaves del auto y se fue como alma que lleva el diablo. —¡Al menos pídeme un taxi! —deposito los platos en la vagilla para lavarlos, ya habíamos terminando de cenar. —De acuerdo, te pediré el taxi —bufa. —¿Qué? —Nada, podrías quedarte a dormir si quieres. Es tarde y no creo que consigamos un taxi a estas horas. Lo pienso unos segundos pero otra opción no tengo, los chicos ya se fueron, Mo también y los padres de Peter no tienen auto como para alcanzarme a casa, de todas formas tampoco quisiera molestarlos. —Sólo por esta noche —me concentro en lavar bien los platos y Pit los seca. —Te dejaré mi cama, puedo dormir en el sofá sin problemas —sonríe no muy convencido. —Claro, gracias —frunzo mis labios—. Traje el libro del que te hablé, está en mi mochila. Le comento más o menos de que se trata, al parecer es de una mujer que vivió en nuestra casa hace años y fue encadenada al sótano, embaraza y sufría todo tipo de violencia. Encontré el libro una tarde volviendo de la escuela, al llegar a casa lo vi tirado junto a la puerta principal y lo tomé. —¿Una mujer encadenada en tu sótano? Estoy ansioso por leer eso —habla con sarcasmo. —Dijiste que me ayudarías, Harrison. —Lo haré, lo haré. De todas formas puede ser un libro ficticio ¿Sabes? —¿A que te refieres? —pregunto confundida. —Qué quizá solo es una historia ficticia, un cuento o una fábula —sugiere. —Hay fechas, fotografías, firmas y no pareciera ser una historia ficticia, es más bien como un íntimo diario. Peter asiente no muy convencido, quiero leer e investigar a fondo de que se trata. Por lo poco que vi y leí no parece ser un cuento que escribió alguien o una fabula sacada de Internet, quiero saber si realmente en el sótano de casa hubo una mujer encadenada porque eso explicaría también aquel colchón y las cadenas que encontramos cuando bajamos por primera vez. —Pit ¿Quieren un café? La madre de Harrison aparece en la cocina, nos conocimos hoy y charlamos durante toda la cena, es una maravillosa mujer y una muy buena madre por lo que presume Peter. —Yo paso, iré a cambiar las sábanas de mi cama, Britney se quedará por esta noche. —De acuerdo, hay sábanas limpias en tu placard ¿Britney, tu quieres un café? —me ofrece acariciando mi brazo. —Si, claro, me encantaría. En lo que Peter se va a su habitación Stella me invita a sentarme en la mesa de la cocina, prepara el café en silencio yo solo me limito a verla. —¿Eres su novia? —deja la taza con café frente a mi. Huele delicioso. —¿De Peter? No, solo somos amigos —le sonrió y le doy el primer sorbo a la infusión. —Eres preciosa, Britney. Estaría muy feliz de que una chica tan linda, inteligente y amable como tu fuera su pareja —Stella bebe su café, se sonrojó por su repentina confesión al igual que yo. —Pit es un chico increíble, créame. Pero creo que estaría bien con cualquier chica que no sea yo —confieso—. No merezco un chico como él. —¿Por qué no? —No me malinterprete, Peter es maravilloso. Realmente tiene un corazón noble, es servicial y optimista, siempre ve el lado positivo de las cosas, es inteligente, gracioso y compañero —suspiro—, yo soy un completo desastre. Soy exageradamente superficial, egocéntrica y poco atenta con la gente que me rodea. Stella asiente sin quitarme la vista de encima, parece analizar cada palabra que digo. —¿No crees merecer el amor de un chico como Peter? —pregunta, niego con mi vista en la taza de café. —Realmente no. —Bueno, siempre dije que los opuestos se atraen, Pit podría ser tu cable a tierra, esa chispa que te haga encenderte —aprieta mi mano con firmeza—. Agradezco tu sinceridad, linda. —Le agradezco por entender y no juzgarme. —Créeme no soy la indicada —rie—, no lastimes a mi hijo, por favor. —No lo haría, por eso solo somos amigos.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD