•A salvo.

1948 Words
PARKER Mierda, estoy perdido. Me fui del estúpido juego para poder llegar a casa y jugar unas partidas de League Of Legends, pero como soy un idiota me terminé perdiendo. Quise ubicar mi casa en el Google maps y tampoco recuerdo la numeración, llamé a mis padres pero ninguno contesta y no tengo ni la más mínima idea de donde estoy. Sólo me queda vagar intentando llegar a casa, podría llamar a Alai pero dudo que responda si está con los otros tres estúpidos. El problema es que hace una hora estoy caminando por las calles de california, intenté llegar a la playa y no pude, desde ahí doy vueltas en círculos como un perro. Mis padres no llaman, ni Alai, ni Britney, ni Mo, ni nadie. Vaya amigas. ¿A caso nadie se da cuenta de mi ausencia? Me duelen los pies de tanto caminar así que apoyo mi trasero en el césped de una fábrica abandonada y grito. Grito de frustración, enojo, odio, tristeza, grito porque nadie me escucha, porqué estoy sólo, porqué siempre fui Parker y sólo Parker. Me siento un gusano ¿Saben? Creí que al venir aquí tendría a mi mejor amiga de nuevo, que seguiríamos siendo tuerca y tornillo. Creí que dejaría de sentirme tan solo. En New York están mis amigos, pero ninguno logra que me sienta realmente acompañado y querido como Alai lo hacía. Ella no vivía sin mi ni yo sin ella, nuestra amistad no conocía de fronteras, límites, secretos o prohibiciones. Alai me conoce, hasta los más recónditos lugares obscuros de mi ser que ni yo conozco, ella lo hace. Me hace sentir especial, menos basura de este mundo. Pero todo cambió cuando pisó California. —¿Estás bien? —un chico se para junto a mi y me observa. —Si. Me pongo de pie lo más rápido que puedo, realmente no sé que tan peligrosa sea la zona dónde estoy. —¿De donde eres? —pregunta sacando las manos de su bolsillo. —Que te importa —doy un paso atrás. —¿Tienes hora? La adrenalina llega a mi, me van a robar. —No, pero tengo un puño. Le doy un gancho izquierdo en su pómulo que lo hace perder estabilidad, cae al suelo pero rápidamente se levanta. Toca su rostro sin quitarme la vista de encima negando con la cabeza. —Tenemos a un valiente aquí, mira que bien —de su boca sale un chiflido, cuatro encapuchados salen de la fábrica abandonada y me rodean. MIERDA, MIERDA, MIERDA. —¿No puedes sólo conmigo? —me río—, cobarde. —Te doy la oportunidad de correr —saca de su chaqueta una navaja. Al ver aquel artefacto en su mano automáticamente me largo a correr, siento como vienen todos corriendo a por mi así que en un desesperado acto de salvar mi vida salto por una de las rejas que rodean la fábrica, caigo al suelo patéticamente pero gané unos minutos para intentar comunicarme con alguien. Saco mi celular, abro w******p y en medio de la desesperación le envío mi ubicación a Alai. Ella no ve mi mensaje, los tipos que me corrían ya lograron saltar la reja, salgo corriendo en busca de un escondite enviando un audio desesperado a mi mejor amiga. —¡Ven ahora mismo, van a matarme! Me están siguiendo cuatro tipos —envío el audio y me escondo entre unos baúles. Veinte minutos me quedé quieto casi sin respirar con la esperanza de que no me encuentren, salgo de mi escondite cometiendo el error más grande de mi vida al tirar uno de los baúles al suelo provocando un ruido extremo. Un golpe seco y duro en mi espalda me hace caer al suelo, creo que me acaban de golpear con una madera o algo parecido. Intento ponerme de pie pero me falta el aire y mi cuerpo no responde, me giro quedando boca arriba para inhalar algo de oxígeno pero una patada impacta en mi boca. Van a matarme si no me defiendo. —¿Sabes lo que le pasa a los que son como tú aquí? Otra patada, esta vez en mi estómago. Si antes no respiraba ahora acabo de soltar el poco aire que tenía. Entre los cinco comienzan a pegarme, puñetazos, patadas, la madera y escupidas impactan sobre mi cuerpo tirado en el suelo. Cierro los ojos imaginando que estoy en New York, camino al bar donde íbamos siempre con Alai y los chicos, me la imagino a ella con sus Converse desatadas, sus jeans negros rotos y su remera favorita de Slipknot. Escucho su risa, sus insultos ingeniosos, su cara de culo cuando el sueño llega, sus cabellos alborotados, la recuerdo como mi mejor amiga, esa que en estos momentos estaría aquí moliendo a golpes a todos estos hijos de puta. Pero ella no está aquí, está con sus jugadores. —¡Hey! —un grito me obliga a abrir los ojos. Entonces ahí la veo. Baja del Jeep con tres de sus nuevos amigos, lo primero que hace al verme es noquear al que estaba pateando mi estómago. De un perfecto gancho derecho lo deja inconsciente. Uno de sus amigos me quita de encima al que golpee primero, Alai sigue repartiendo puñetazos hasta que logra llegar a mi. —Parker ¿Me escuchas? ¡Parker! Su voz se oye lejos, pero siento el peso de su cuerpo contra el mío. —¡Parker despierta, maldición! —no llora, solo insiste con que debo despertar. Siempre fue fría y calculadora, más en estos momentos. —¿Como me encontraste? —logro decir con mucha dificultad. —Siempre sé cómo encontrarte —sonríe. Así de pequeña como es, hace un esfuerzo enorme para ayudarme a ponerme de pie. Intento facilitarle las cosas pero no puedo, mi cuerpo tiene peso muerto. De todas maneras ella se las ingenia y logra apoyarme en su hombro, camina conmigo mientras los otros tres chicos siguen la pelea, me mete al auto y se va en busca de sus amigos. Es así, pequeña, valiente y fiel hasta los últimos segundos. Así es mi mejor amiga, así es Alai. ALAI ¡Lo molieron a golpes! Voy conduciendo el jeep camino a casa. Si, sin registro y siendo menor de edad. Parker está agonizando en el asiento del copiloto y en los asientos de atrás vienen Fred, Peter también Liam maldiciendo, echos un manojo de nervios, gritando que baje la velocidad y deje de esquivar autos en la autopista. —¡Es enserio, Tyson! Si la policía nos detiene seremos carne fresca para los carcelarios —Peter se sostiene con fuerza al asiento de Parker —¡Y yo no quiero ser carne fresca! Giro a la derecha bajando un poco más la velocidad, la cabeza de parker está apoyada contra la ventanilla del auto, la mitad de su cuerpo está en el suelo y lo único que lo sostiene es el cinturón de seguridad que tiene al nivel del cuello. —¡Mira como lo dejaron! —Fred picotea con su dedo la mejilla de mi mejor amigo. —Mars, quita tu dedo de su rostro si no quieres que te baje de aquí —le doy un sope arriba de su cabeza—, a las patadas. —¿Cómo supiste donde estaba? —Liam va en el medio, lanza el cuerpo de Fred hacia atrás y se posiciona entre ambos asientos. —Sus padres me llamaron, no sabían nada sobre él desde que se fue al juego con nosotros, dijeron que tenían llamadas perdidas pero él ya no contestó —entorno mis ojos—. Abrí w******p y ahí estaba la ubicación y su audio. —¡Eso es genial! —Peter aplaude sarcásticamente—¿Qué clase de idiota se va de un partido siendo nuevo en una ciudad? Debió esperar a irse con nosotros. —¡Peter, ya cierra la boca! —grito estresada. Liam le da un golpe en su nuca, falta poco para llegar a casa. Solo espero que Parker se encuentre bien. —Oye, lamento ser tan estúpido —la voz moribunda de Leighi rompe con el silencio—. No te merezco, nena. —No digas nada, estamos llegando a casa. Ya estás a salvo. —Contigo siempre estoy a salvo. [***] Los chicos me ayudaron a subir el pesado cuerpo de mi mejor amigo hasta mi habitación, luego de prometer que no me metería más en problemas y que ante cualquier cosa los llamaría. Parker yace en mi cama con su rostro destrozado, en su ojo izquierdo tiene un horrible huevo debajo de su párpado, su nariz sangra, su labio está roto y tiene una ceja cortada, ensangrentada e infectada. —Voy a curarte ¿Si? —me acerco lentamente a su lado con un recipiente de agua tibia, jabón desinfectante, gasas, aguja, hilo y todo lo que necesito para curarlo. —Ya sabes que hacer ¿Verdad? —murmura adolorido. —Claro que si, curo tus heridas desde los nueve años. Intenta sonreír pero el dolor no se lo permite. Comienzo a curarlo, suturar sus cortadas y poner banditas adhesivas donde solo tiene raspones leves. —Gracias por todo, soy un imbécil que siempre te mete en problemas, no tienes que seguir haciendo esto por mi. —Parker, cállate. Siempre voy a cuidar de ti, así como tu me cuidas a mi —deposito un beso en su frente—. Descansa un poco, le dije a tu padre que dormirías aquí hoy. —Te quiero ¿Sabes? —sus ojos brillan al verme. —También te quiero, idiota. Me pongo de pie, debo lavar y tirar las cosas que utilicé para la curación así que salgo de mi habitación y voy directo a la cocina. La puerta del sótano está abierta y la luz encendida, estoy harta de decirle a Mo que aunque sea apague la maldita luz. Bajo antes de dejar llevar las cosas a la cocina, apago el interruptor y cuando estoy por subir una sensación extraña me invade. Siento que me están observando desde una esquina, de repente el aire se siente más pesado y comienzo a sentir miedo. —¿Mo? —pregunto al aire. Me giro extrañada y corro escaleras arriba, lo único que me falta es que se me aparezca un fantasma. Cierro la pequeña puerta y el corazón se me frena en cuanto escucho una voz detrás de mi. —Tenemos que hablar. —¡Mierda! —doy un brinco hacia atrás al oír a Noah —¿No te enseñaron a no aparecerte así detrás de la gente, Steven? —Lo siento, no quería asustarte. —¿Que haces aquí? —aún me palpita rápido el corazón. Mierda casi muero de un infarto. —Te fuiste corriendo de la casa de Pit —me ayuda a levantar todo lo que tire al suelo por el susto que me dio—. Te llevaste a los chicos y robaste las llaves del Jeep ¿Todo en orden? —Ah si, sobre eso...—camino a la cocina tomando su mano para que me acompañe—siento mucho haber salido corriendo como loca mientras...uhm... —¿Nos besabamos? —se ríe acercándose a mi. —Si, eso —torpemente choco contra la barra de la cocina. —Siento haberte besado, Tyson. —¿Te arrepientes? —No, claro que no —se apresura a hablar—, pero noto que no estas cómoda con esto y...debemos hablar sobre lo que sucedió en el campus antes del partido, ya sabes... —¿Destiny? —susurro inhibida. —Ven, vamos afuera
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD