Gruñeme

¿Cómo podría empezar a narrar esto? Como quizás un ¿Había hace una vez? ¿no es muy cursi o trillado? No tengo idea, quizás solo debería empezar y ya. Así que aquí vamos.... Solía pensar que jamás encontraría alguien que me hiciera sentir de la misma manera que ella me había hecho sentir, digo, según yo solo te enamorabas una sola vez en la vida. Pero luego apareció él y fue lo más jodido que me pudo pasar. Aquel gruñón entró a mi mundo y cuando rompió mi corazón no supe como sacarlo de ahí. Recuerdo escuchar a mamá decir que nos muda riamos -nada nuevo en nuestra familia, si me preguntas -, solo pude suspirar y conseguir cartones para guardar las cosas mientras pensaba "Ahí vamos de nuevo" odiaba con todo mi ser las mudanzas, eran muy agotadoras y también estresantes. Aunque lo bueno fue que encontré muchas prendas y cosas que había dado por perdidos hace meses. Buen punto para la mudanza, bien hecho. Bebía de mi taza de café mientras veía por la ventana de mi nueva casa, una casa sencilla de un piso, dos baños y tres dormitorios lo cual agradecí con demasía porque si bien era miedoso amaba mi espacio personal lo que a mi hermano no parecía gustar darme. En fin, volviendo al tema, yo bebía de esta taza cuando lo vi cruzar llevaba una mochila negra con unos jeans negros desgastados, con una franela gris sobre esta una chaqueta café, su cabello n***o lo llevaba desarreglado como si hubiese pasado muchas veces sus manos por allí; abrió la puerta pequeña del portón que tenía nuestra ciudadela luego salió sin apartar la mirada del movimiento de sus llaves en la puerta, dejando asegurada la puerta camino hacia mi izquierda su vista enfocada a la calle frente a él. Esa fue la primera vez que lo vi, pero no fue la última. Esa primera vez no fue romántico ni cursi, solo fue un momento casual para mi, en ese momento solo fue alguien que era mi vecino aunque no sabía con certeza si vivía cerca de donde estaba. No me importo realmente. Solo era un chico y ya. Solo un chico La segunda vez que lo vi fue cuando me habían levantado muy por la mañana para comprar para el desayuno, enojado porque se me levantase solo para eso salí tal cual como me había levantado, con mi cabello tirando para todos lados, mi pijama gris -que en su momento había sido de un lindo blanco, tenía mucho tiempo usando esa pijama ¿ok? Era de mis favoritas -, cuando regresaba a mi casa con mi cara de culo a través de mi borrosa visión por lo grande de mis mejillas, gracias por eso creador, lo divise caminando en mi dirección sus manos vagando por la pantalla de su celular. Me permití observarlo, traía puesto el mismo jean a excepción que ahora una camiseta de manga corta color azul oscuro le completaba el look. Y entonces, sucedió, su mirada se alzó enlazandose con la mía. Quería morir. Me había pillado observandole, esto no podría ser mas vergonzoso ¿o si? Casi me abofetee por ese pensamiento con mi suerte eso terminaría pasando, aunque casi... Por alguna estúpida razón tropecé con mis propios pies impulsando mi cuerpo para adelante, fue un milagro totalmente el no haberme caído de boca al piso y que solo haya sido eso un tropezón que si lo pensamos bien cualquiera se lo daría. Su mirada desaprobatoria recorrió de mis pies a cabezas para después brindarme una mueca cansada siguiendo su camino. Voltee los ojos, que chico tan gruñón. Pudo acercarse y preguntar si estaba bien. Como mínimo. Luego nuestros "encuentros" si es que se podía llamar de esa forma a las pocas veces que nos encontrábamos por accidente cuando iba a comprar o estaba en la ventana como siempre, fueron más concurrentes por alguna cosa del "destino" cada que salía uno de los dos nos encontrábamos. En esas ocasiones lo miraba con descaro, buscando en su cara de culo algo que me llamase la atención aunque para el mes perdí las esperanzas con que eso ocurriera porque para el mes y medio yo realmente empecé a sentir como hormigas alborotaban mis entrañas. Él jamás salía de su mundo. No se daba cuenta de las para nada sutiles miradas que yo dirigía en su dirección en cada oportunidad que se presentaba. A los meses de haberme mudado no era el único que llamaba mi atención había otro muchacho, pero entonces paso, conocí a un chico. Se volvió una parte de mí, alguien que aunque lo intentará no podría despegar de mi vida jamás de los jamases. Vaya mierda. Kim Jihoon se volvió no solo mi vecino, se volvió el único amigo por donde vivía, teníamos ciertos roces con nuestras personalidades al principio de nuestra amistad -roces que me llevaron a querer terminar el comienzo de la amistad -, fue con el pasar de los meses que pudimos acoplarnos de una manera perfecta. Ahora eramos inseparables no había hora del día en el que no pasáramos juntos ¿Nos mandaban a comprar? Juntos íbamos ¿llamaban al otro a su casa? Ahí juntos estábamos ¿nos mandaban a cocinar? Juntos hacíamos las cosas. Creo que ya quedo claro que lo que teníamos a nuestro alcance para hacer juntos, nosotros lo hacíamos. Quizás le sacaba unos meses de diferencia pero eso no importaba en nuestra amistad, nos llevábamos demasiado bien como para que eso importará. Aunque claro, él no sabía el crush fuerte que yo tenía con su hermano ¿como me enteré de que son hermanos? Bueno, fue una noche de un viernes o sábado, no sabría especificar, estábamos viendo películas a sugerencia mía porque Jihoon no era un fan de las películas hasta que me conoció. A mitad de la película las palomitas habían desaparecido dejándonos absortos en la película, a excepción de los dos y mi hermano no estaba la mamá de Hoon debido a que estaba en su academia por lo que cuando la puerta principal de la casa fue abierta no me molesté en girar la cabeza el mueble podría estar muy cerca de la puerta así que en el momento que la señora cruzará frente a nosotros o los chicos saludaran yo también lo haría; no podía dejar de ver la cinta frente a mi estaba demasiado interesante, y la vida tiene tantas maneras de joderme la existencia que parecía casi divertido. -Oh, hola ñaño -saludo Jihoon, sabía que mi amigo tenía un hermano mayor, me había contado historias graciosas con él, podría decir que sabía su nombre y su edad. Pero nada, absolutamente nada en este mundo me hubiera preparado para cuando giré la cabeza y lo vi de pie en la puerta mirando en nuestra dirección con una ceja alzada la pregunta plasmada en su mirada: ¿Quién demonios son estos y qué mierda hacen en mi casa? Tragué grueso ¿en que mundo conocías al hermano de tu crush sin saber que son hermanos? ¿en que jodido mundo conocías a tu futura suegra sin saber que lo será? Bueno lo más gracioso era que mi mamá es profesora de la mamá de mi crush en la academia y que son amigas, vaya, mi vida jamás había sido tan interesante. - Hola -murmure, a mi hermano el saludo se le escuchó animado pero fruncí el ceño cuando solo paso por enfrente de nosotros como si no estuviésemos ahí. Jodido idiota No somos invisibles, o alguna mierda parecida. -Él, uhm, él es así -le escuché decir a Hoon -. No es muy sociable que digamos. Si, creó haberlo notado Cerré la boca y sólo me limité a brindarle una sonrisa tranquilizadora, yo tenía en claro que las actitudes de aquel gruñón no tenían nada que ver con él, quien era todo sonrisitas cuadradas y felicidad. Totalmente diferente a aquel, chico gruñón.