Aclaro mi garganta, luego de apretar mi cejo con desconcierto por su presencia en este lugar, de repente, reacciono cuando llaman al siguiente graduado. Camino apresurada detrás de las cortinas del escenario, con la respiración acelerada en jadeos, no por el miedo ni mucho menos, es por todo lo que representa su presencia llena de recuerdos. Me coloco erguida, sacudiendo mi cabeza para obligarme a que no me afecte ni en lo más mínimo. Bajo de la tarima, luego de estabilizar los latidos de mi corazón. Inesperadamente, detengo mis pies de golpe, cuando llego al último escalón, ya que unos mocasines elegantes se interponen en mi camino. Elevo mis pupilas, encontrándome con la sonrisa de Noah. ─Pelirroja, ¿Qué ironía, cierto? Encontrarnos en muchos lugares, diría que es el destino ─manifie