Al día siguiente ocurre lo dicho por William y alguien de su oficina busca a Charlotte, la lleva al palacio para instalarla en uno de los apartamentos disponibles que hay en él pues no correcto que la joven se aloje en las habitaciones del príncipe sin ser esposos algo que ella acepta con obediencia pues en ningún momento planeo lo contrario ya que ella siempre ha soñado con que sólo compartiría su recamara con su esposo, un pensamiento un tanto anticuado pero que ella siempre ha tenido en mente. Como era de esperarse las cámaras no la dejan en paz y filman todo a detalle, le preguntan cómo se sintió en su primer evento como la prometida del príncipe y la morena no da mayores explicaciones que respuestas corteses mientras le toman todo tipo de fotografías y se empieza a hacer a la idea de