La reunión termina dejando en el joven príncipe un amargo sabor de boca del cual muy difícilmente podrá recuperarse y es que aunque se empeño en mostrarse de una forma en la que no se viera afectado con todo lo que sucede a su alrededor cuando su hombría está de por medio ni siquiera él mismo pudo salvarse de ello. No es común sentirse de esa forma, pero empieza a luchar contra los deseos que tiene de llamar a Ana Rose para escucharla hablar sobre cualquier cosa o incluso desahogarse pues parece que aunque su esposa es una mujer excepcional la verdad es que no han logrado complementarse como él quiere para poder hablar abiertamente de cualquier tema que los pueda afectar.
Odia sentirse tan ligado a Ana Rose incluso ha meses de haber terminado su relación pero es que con Charlotte no ha co
