En los alrededores de la hacienda Arrabal, Nadia y Nora se encuentran cerca de un bar donde se suelen reunir los obreros luego de sus horas de trabajo. Nadia los ha estado vigilando durante tres días enteros. Todas las dudas que tenía acerca de quién contrató a esos hombres para el trabajo ya le fueron despejadas cuando vio a Fabio, uno de los guardias de la hacienda hablando secretamente con la sirvienta de Petra. Ella sabía que no podía ser otra más que la amante de Egil. Esa maldita también tiene los días contados y le encantará darle su merecido próximamente. Cuando termine con Fabio, pedirá ayuda a su padre para volver a ser la prometida de Egil. Eso ya lo tiene decidido. Va a demostrarles a todos que al final sí pudo más. La idea de Nora de venir hasta aquí fue lo mejor que pudo h