Petra permanece en la cama con un vendaje en la mano todo el día. Se siente aburrida y malhumorada sin poder hacer nada, pero no puede dar pie a que se sospeche de ella, por lo que no le queda de otra que fingir malestar y obtener así todos sus objetivos. Había mandado un recado a Vítor con Petrona en la mañana y este vino hasta su habitación para cerciorarse de su estado, apenas pudo desocuparse en la oficina. Como secretario de la hacienda es su deber atender todas las necesidades cuando Egil se encuentra ausente. Aunque Lilith es la encargada de la servidumbre y todo lo relacionado con la casa, no puede hacer caso omiso al pedido de Petra. Eso es también parte de su trabajo. —Espero que consiga recuperarse pronto, señorita —dice el hombre mirando a la mujer en la cama—. Y que no qued