Dos días antes, en la mansión Valencia… En la mansión, Bahram Valencia se encuentra reunido con su hijo Calixto, analizando las últimas resoluciones tomadas por Egil Arrabal ante los ataques a sus haciendas. Para ambos es evidente la intención de Egil. Está buscando la manera más rápida para hacer ceder a los campesinos y tener de su lado a las haciendas más pequeñas, en caso de que las cosas se compliquen. Las protestas ya no pueden detenerse. Ambos se encuentran muy enfocados buscando soluciones para problemas primarios de su propia empresa y no se dan cuenta de que una mujer los observa desde una esquina oscura. Hace ya un tiempo que no los veía. Los dos parecen haber cambiado y seguido sus vidas sin importarles lo que haya pasado con ella. Por supuesto, no esperaba otra cosa de el