Vítor se encuentra en una reunión desde muy temprano. Unos de los guardias que vigilan la puerta de Adelaide le informó en la madrugada por medio de un mensaje que el médico de cabecera del señor Egil y su ayudante estuvieron en la habitación de ella sin que él lo haya autorizado y debe resolver eso, apenas salga de la reunión. Él es el secretario encargado de la hacienda en ausencia del señor Egil y nadie puede actuar por cuenta propia o será un completo caos. La reunión se extiende y casi al medio día camina a pasos pesados hasta su oficina y manda llamar al médico. Sabe de su experiencia y servicio a la familia Arrabal por más de veinte años, pero eso no le da derecho de desobedecer sus órdenes que siempre fueron muy claras y concisas. —Señor Vítor —El médico entra y lo saluda de man