—Fue un suceso muy lamentable, Egil. Pero gracias a Dios, todo ya se resolvió —contesta finalmente Lilith ante la mirada intensa de su primo. —Si te puse a cargo de mi casa es porque confío en tu capacidad, Lilith. Necesito que me comentes todo exactamente como sucedió ese día —Egil deja a un lado sus documentos y se concentra totalmente en ella—. Quiero que me digas todos los detalles. —La joven Valencia y Petra estaban juntas en el jardín dando un paseo esa mañana. De un momento a otro, ella la empujó y Petra tuvo una herida en la mano producto de la caída, primo. —¿Estabas presente en el momento del acto? —Me encontraba cerca. Llegué un momento después alertada por los gritos de auxilio de las amigas de Petra. Sin embargo, las demás mujeres que las acompañaban, testificaron en con