Luego de que Mercedes completa sus tareas en la habitación de Adelaide, ella le dice que puede retirarse y así lo hace, mientras ella continúa leyendo por algunos minutos más. El corazón de la joven se acelera con cada párrafo. Ama las novelas de romance desde que aprendió a leer y siempre soñó tener un amor tan bonito como el de los protagonistas de esas novelas, aunque en su caso eso parece ser imposible de cumplir. Dentro de la habitación de Egil, él se queda resolviendo algunas cuestiones hasta muy tarde. Está estresado por demás, su espalda duele y sus dedos ya están entumecidos por las teclas de su computadora. Tiene demasiados problemas con los que debe lidiar todos los días gracias a los campesinos que continúan haciendo estragos en las provincias y los socios que piden solucione