Egil ordena que busquen a Adelaide y la traigan de inmediato, pero ni siquiera su nana sabe donde se encuentra ella. Esta es la oportunidad que Lilith había esperado. Un rato después, regresa con su primo y le informa que Adelaide fue buscada por todo la hacienda y que nadie supo dar con su paradero. —Tal vez sea mejor que retome mi puesto, Egil —Sugiere ella aprovechando la rabia de su primo por lo sucedido—. Hay mucho trabajo por hacer en la casa y la joven Valencia no conoce los métodos para mantener el orden aquí. Los sirvientes no la respetan como deberían porque ella es muy frágil con todos. —Hablaremos de eso en otro momento —Responde él dejándola con la palabra en la boca. Egil sale de su habitación y va hasta la habitación de su esposa, donde la espera sentado en el sillón dur