Horas atrás.
Cuando Olivia logra calmarse y actuar como si nada estuviera pasando delante de su dama de confianza Melanie, esta con una mirada inquieta y le explica que su prometido, el marques de valentino exige verla, cosa que le fastidia en demasía a Olivia, ¿Qué no habían tomado el te unos días atrás? ¿Por qué pareciera que su prometido no hace mas que arruinarle el dia?, no es como que tuvieran mucho de que hablar y por supuesto, desde que Olivia tuvo razonamiento para valerse por sí misma, el marqués de Valentino y todos en el castillo la habían abordado con el constante recuerdo de que ella, algún dia seria la esposa de ese hombre.
Olivia suspira y no disimula el hecho ante su dama de compañía que no le gustaba para nada ser esto, así que, fingiendo estar bien y tener todo bajo control, ella se repite que, mientras mas rápido pueda satisfacer el capricho de su prometido por verla, entonces ella podría seguir con sus asuntos.
Y quizás, pasar un poco de tiempo con su invitado especial, el rey de San Carlo.
—Podemos decirle al marques que no se siente bien, quizás que le duele el estomago por ingesta de alimentos mal cocinados.—Sugiere Melanie. —¡Ya se!, ¿Qué tal si le digo que le duele el vientre por los cólicos menstruales? —Olivia lo piensa por unos segundos pero al final, niega con la cabeza.
—Si le decimos lo de los alimentos posiblemente ordene a decapitar al cocinero y es poco probable que el marques sienta compasión por mi si le decimos también que tengo fuertes cólicos menstruales.
“Entonces denle algo para que se pueda levantar y que venga a verme de inmediato”
—Eso es algo que diría el marques. —Olivia se siente derrotada y determinada a acabar con esto, se encamina hacia su puerta, dejando a su dama de compañía sin opciones de que hacer o decir, la princesa Olivia conocía bastante al marques de Valentino, quizás, porque siempre se le obligo a permanecer a su lado y por supuesto, aunque ella no lo deseara, había aprendido con el tiempo sobre como se comportaba y que podría decir, aunque, ella seguía sin comprender del todo su personalidad y su actitud. —Saldré a dar una vuelta, ordena a las criadas que arreglen una mesa con postres, quizás y si tenemos suerte, se marche de inmediato. —Olivia abre las puertas de su habitación y al salir, se ha topado de frente con el marques de Valentino, quien siempre elegante y arrogante la atrae hacia él sin avisar.
—Su majestad, que oportuno es verla por aquí. —Sin comprender lo que sucede ahora mismo, Olivia se encuentra entre los brazos del marques, quien, la aprieta contra su cuerpo, sus ojos carentes de emociones algunas la observan fijamente, mientras que su mano esta sujetando con firmeza su cintura, impidiendo que ella se aleje.
—¿Qué hace aquí? —Pregunta casi de inmediato Olivia, y sus manos suben al pecho del marques, queriendo hacer una distancia entre ambos, pero, este sonríe de costado, esto era nuevo. —Este es el palacio de la princesa, no debería andar por aquí y pasear como si nada, marques. —El mencionado solo puede reir y sabe que, bien puede tener problemas por andar por ahí en lugares privados como este, pero, él era un figura publica.
—Tranquila, tranquil, princesa. —El marques dice esta ultima palabra de una forma diferente, algo que no le gusta a Olivia. —Pasaba por aquí, ya que deseaba visitarla, normalmente siempre la encuentro en el palacio principal, pero ahora, ha estado escondida en su palacio. —Si tan solo supiera, pensaba Olivia. —Me tome el atrevimiento de venir aquí, y pasar algo de tiempo, recuerdo hacérselo saber a su dama de compañía pero…¿Sera que olvido darle mi recado y lo hizo apropósito? Digame si quiere cambiar de dama y le traeré una nueva de inmediato. —Olivia reacciona y se aleja tan pronto como puede del marques.
Ella sabe de que seria capaz el marques de hacerle a Melanie, haría que su reputación quedara manchada y su vida, como tal, estaría en la ruina.
—No necesito otra dama de compañía, Melanie es perfecta y claro que me lo dijo, solo que nos ocupamos. —Se apresura a responder Olivia, el marques eleva una ceja, sabe sin duda que hay algo diferente en su prometida, quizás sea el hecho de que ahora se porta de una manera diferente a la ultima vez que la vio, lo nota por su pelo el cual siempre estaba pulcramente peinado y ahora esta un poco desaliñado, también, por como esta agitada, su respiración sube y baja descontrolada, también, pareciera que estuvo haciendo una actividad física intensa.
¿seria que acaso ella?
No, es imposible, se dice el marques, pues, él se había encargado de vigilar de cerca a la princesa, también, quería una forma de deshacerse de la dama de compañía a como diera lugar, y por supuesto, meter a otra que le dijera absolutamente todo.