Zeus Lynch
Tenerla aquí es cómo recuperar un poco de la parte de mi ser que murió cuando Freya dejó este lugar, pero al mismo tiempo me siento un mal padre por no saber cuidar de ella cuando estuvo con nosotros, si tan sólo no nos la hubiese quitado tal vez los últimos días de mi esposa en esta tierra hubieran sido menos melancólicos y tristes.
Escuchar la risa de mi pequeña hija, es como recordar la felicidad que reflejaba el rostro de Freya al tenerla en sus brazos por el corto tiempo que estuvo a nuestro lado antes de que se la llevasen...
-Papá, ¿Me estás escuchando? - pregunta ella, agitando su mano delante de mi rostro.
- Claro... ¿Qué decías?
- Vez como no me estabas escuchando - reprocha cruzándose de brazos.
- Está bien, lo siento. Tengo una duda hija - digo y ella asiente i
