ELEONOR El hombre continuaba estático en el mismo sitio, su mirada irradiaba desafío y su sonrisa prepotencia, era como si con esos simples gestos me estaba advirtiendo que no podría escapar de él. ¿Quién era él? ¿Qué quería de mí? ¿Por qué no dejaba de repetir en mi mente que ya era hora? Todas esas interrogantes pasaban una y otra vez por mi cabeza, mientras que el miedo se disparaba por todo mi organismo, haciéndome desear, estar en ese momento en mi casa, al lado de mi padre a la vez que veíamos una película tonta. De pronto todo el lugar dejó de cobrar sentido para mí, era como si estuviésemos solo él y yo. "Admes" —comencé a llamar en mi mente, con la esperanza de que mi ángel estuviese cerca. "Admes" —repetí una y otra vez. La presencia de aquel sujeto la sentí envolverme, er