En lugar de dormir cuatro horas, como era lo usual, dormí cero. No duermo hace más de un día y eso perjudica mi humor de forma negativa. Hoy parecía que el pelo rubio platinado de Loretta había sido renovado, se venía quejando de que su padre la ha castigado por no hacer sus taras y no podía usar su tarjeta de crédito para ir a la peluquería, pero lo ha convencido porque su cabello está radiante. —Papa ha vuelto a caer —Grita entre risas y tirándose en su asiento. Todas proceden a reírse mientras yo intentaba mantener mi cabeza en alto y no caer rendida sobre la mesa—. Le he suplicado días. ¡Días! Solo tuve que ponerme al día y listo, pelo nuevo y ropa nueva que debemos estrenar en una salida. ¿Qué dices Luna? —No tengo tiempo, ustedes saben que cuando salgo de aquí, tengo que ir al tr