¿Debía casarse con el apuesto Marqués que se distinguiera tanto en la guerra? Por lo que Serla había oído decir, lo perseguían todas las mujeres de Londres. ¿O debía casarse con el Duque? Serla, personalmente, no podía comprender el por qué de la indecisión. El Duque de Cumberland le parecía muy aburrido. Lo había oído hablar durante la cena. Tanto Charlotte como su padre se mostraban pendientes de cada una de sus palabras, mas ella pensó que nada de lo que dijo valía la pena escucharse. De hecho, no podía imaginar nada más desagradable que estar casada con un hombre tan poco imaginativo. Sin embargo, todavía existía alguien todavía peor, esto es, Sir Hubert Kirwin. Le había desagradado desde el momento en que lo viera por primera vez. Había retenido su mano, pensó, bastante más tiempo