Capítulo 5

1011 Words
Jay* Me remuevo mientras intento acomodarme ya que me duele el cuerpo, al no lograrlo abro los ojos soltando un suspiro demostrando la irritación que me causa eso. Miro al techo sabiendo que no estoy en mi casa, giro mi cabeza y observo a Liam quien duerme tranquilo, como si hace poco no me hubiera hecho tener sexo con él, aunque debo admitir que lo disfruté. Retirar la manta de manera lenta observando que llevo la ropa interior, al parecer se tomaron la molestia. Me incorporé un poco con mucho cuidado de no despertarlo y me levanté rápido logrando marearme un poco aunque me quedé quieto recuperándome. Al estar bien iba a comenzar a caminar aunque me detuve al no poder seguir. Baje la mirada a mi tobillo y fruncí el ceño.  Me agaché y comencé a jalar con fuerza la cadena con intenciones de quitarla pero por desgracia eso no es posible. - ¿Vas algún lado cachorrito? - Pregunté Liam desde la cama. - Fruncí el ceño y yo levanté mirándolo mal. - No soy un animal para que me amarres, aunque tampoco deben amarrarlos a ellos ... Pero ese no es el caso, ya cumplí ahora dame mis papeles y me largo. - Dije frunciendo el entrecejo. Soltó un suspiró y sonrió mirándome. - Yo nunca hice un trato contigo, nunca dije "hecho" o firme un documento. - Dijo encogiéndose en los hombros. - Me quedé callado mirándolo, solo eso me faltaba ¿Qué fue lo que le hice ?, Yo nunca tuve nada que ver con él. Desvíe la mirada y envíeme en la orilla de la cama mientras llevo mis manos a mi rostro sin poder creer que haya gente tan mala, creer así que debe sentirse Leila. Sus manos se colocaron en mis hombros y comenzaron a acariciarlos de manera lenta. - Ya tranquilo, solo era una broma ... Te daré el documento, pero tendré que quedarte conmigo, vivirás en mi casa, mis hombres te protegerán y tendré que dejar que te haga mío las veces que yo quiera. - Susurró en mi oído para después dejar un beso en mi mejilla. - Negué y voltea a mirarlo haciendo que frunza el ceño. - Tú eres peligroso, haces cosas malas, no quiero estar contigo. - Murmuré mirándolo. - Cuando menos lo pensé, ya tenía recostado sobre la cama mientras su mano toma con fuerza mi rostro haciendo que mantenga mi mirada fija en sus ojos. - Te he dado una orden, me agrada cuando obedecen, no me hagas enojar Jay no quiero tocar esa bonita cara que tienes. - Advirtió sombrío. - Me soltó de golpe a lo que me queda en la cama mientras me giro dándole la espalda, esto es peor que la vez que me demanda. Se sintieron de la cama y escuché sus pasos alejarse, me arrojó una camisa la cual es suya, creo que es la que tenía puesta antes. - Ponte la camisa, debes tener hambre. - Dijo vistiéndose. - No hice caso y me quedé acostado mirando hacia la pared, la vida siempre se encarga de hacerme las cosas difíciles. Esperaba un buen hombre que de verdad quisiera estar conmigo, uno que me apoyará pero veo que no, solo está Liam quien se aprovecha de mí por ser más bajo y delgado que él. Su mano perdió mi brazo y me hizo levantarme. - Creí haberte dado una orden. - Dijo molesto tomando la camisa. - Solo me quedo quieto, esperando a que terminé de colocarme la camisa. Al terminar se agachó y quitó la cadena de mi pastel. Tomó mi mano y yo llevé fuera de la habitación a lo que intente detenerlo ya que estamos sucios y llenos de sudor pero parece que eso no le importa. Caminamos por el pasillo de manera lenta y silenciosa mientras pienso y me pregunto una sola cosa: ¿Por qué no me duele el cuerpo ?, digo después de haber tenido sexo por primera vez debería por lo menos dolor un poco. Sin notarlo ya habíamos llegado a la cocina, me hizo tomar asiento y él fue a la nevera sacando varias cosas. A mi mente llego un recuerdo y eso es el libro que había apartado en la librería del centro, supongo que debería ir a recogerlo hoy. - Liam ... Tengo cosas que hacer hoy. - Murmuré haciendo que deje de hacer las cosas que estaba haciendo. - Se quedó en silencio y se giró mirándome mal. - ¿Cómo ir a ver a Alex ?, ¿Verte con tu amigo ese o atender a cualquier bastardo que se pare en tu tienda estúpida? - Pregunté molesto acercándose a mí. - Me quedaré callado dejando que el enojo me gane. - Cuida tu maldito vocabularios, ninguna de mis tiendas son estúpidas y si lo que te gustaría, no eres nadie, solo un maldito que no sabe nada de mí. - Dije molesto colocándome de pie. - Me sorprendí al recibir una fuerte bofetada de su parte, al lograr reaccionar solo baje la mirada y llevar mi mano a mi mejilla frotando la zona afectada. Su respiración está acelerada mientras yo solo me quedo en mi lugar en sumo silencio. Sus brazos me rodearon mientras yo solo estoy ahí, aun procesando lo que ha pasado. - Mira lo que me haces hacer, no digas cosas como esas ... Yo tampoco debí haberte dicho eso, pero yo molesto saber que prefiere estar con otras personas que conmigo. - Susurró haciendo que recargue mi cabeza en su pecho. - Sin contestación, solo me queda callado procesando que está completamente loco, pero aun así necesito ese libro para que Alex trate mejor a Leila. ¿Podrás llevarme a recoger un libro? - Pregunté sin mirarlo. - Soltó un largo suspiro y llevó su mano a mi cabello acariciándolo con cuidado. - Claro, haré lo que me pidas siempre y cuando no sea que te deje ir. - Avisó separándose de mí. - Tomó mi mentón y me hizo mirarlo, su otra mano acaricio mi mejilla y sonrió acercando su rostro al mío, solo me quedo responder su beso para que no se moleste más, me he dado un conocer que no se detectará a la hora de reprimirme. Espero que les guste. Gracias por leer. Voten y comenten ❤️
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