Jay*
Bajamos del avión mientras cada uno va en silencio mirando hacia otro lado, sus hombres están a mi lado, como si tuviera la oportunidad de salir corriendo.
Liam me amenazó de cortar mis manos si me alejaba de él lo que me obliga a quedarme sin importar lo que tenga que hacer. Mi sexto sentido me hace saber que no miente.
Nos hicieron subir a una camioneta donde solo vamos Liam, el chófer y yo. Me mantengo serio mirando por la ventana. París, un bello lugar para disfrutar y andar de un lado a otro conociendo la cuidad, pero no, estoy aquí contra mi voluntad con un loco insaciable que solo desea estar teniendo sexo a cada hora y si se lo niego amenaza con cortarme las manos , posiblemente capaces de crear la belleza en las bellezas del mundo ... La mujer.
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