El desconcierto y la tristeza en el rostro de Chelsea es evidente, aunque Fred no lo quiera, podía notar cuanto la afectó aquella noticia. —Creo que es mejor que nos vayamos. —expresó él y ella asintió. Fred la rodeó con su brazo y salieron del lugar. No hubo preguntas ni comentario alguno. No había que ser muy inteligente para saber que ocurría. Fred condujo hasta el edificio, Chelsea sonrió brevemente y se despidió de él con un beso en la mejilla. —¿Estarás bien? —finalmente le preguntó. —Sí, todo está bien. Solo necesito descansar. —Bajó del auto y entró al edificio. En tanto, Steve toma del brazo a Larissa y la lleva hasta el pasillo. —¿Por qué hiciste eso? —la confronta visiblemente enojado. —¿Hacer qué Steve? —No te hagas la tonta conmigo, Larissa. ¿Por qué mentiste diciendo