Zaynep se quedó como piedra por la pregunta de Mustafa. En todos sus años, era la primera vez que le pedían permiso, siempre era ella la que lo pedía y bajaba la mirada con la esperanza que se cumpliera. Sin poder creer lo que escuchaba, retrocedió y torpemente cayó de espaldas. Mustafa preocupado al creer que sus piernas volvieron a fallar, se apresuró a levantar del suelo con la ayuda de sus brazos y la depositó en la cama con mucho cuidado. Tratando de calentarlas le preguntó. - ¿Te lastimaste? ¿Te duele algo? - No, señor Demir. - respondió ella moviendo su cabeza para los lados. - yo.. yo tropecé porque me asustó su pregunta. - ¿Mi pregunta te asustó? - Mustafa sonrió por la inocencia de su esposa. Decidió acercase a Zaynep, recostó la espalada en la cama y la atrajo a su pecho. E