Defne observó a Camila con algo de miedo en cuanto la llamó, muy lentamente se dio la vuelta, esperando que ella se equivora o en el peor de los casos, que no lo recordara.
Camila la miró curiosa, inconcientemente dejó caer aquella muñeca de trapos, caminó hasta donde ella y con sus ojos humedecidos dijo.
- Hermana. - decidió abrazarla con fuerza - ¿Por qué te vas? - preguntó en cuanto miró sus ojos.
Tanto Ahmet, Zaynep y Mustafa no entendían lo que estaba sucediendo. Camila parecía recordar a Defne, pero no como su verdugo, sino como una pequeña hermana a la que no quería soltar ni alejarse de ella.
Defne sorprendida y atónica a la vez, decidió abrazarla, tomando eso a su favor. Sabía que tenía que aprovechar la demencia y amnesia temporal de Camila.
- Mi querida hermana, yo ya no
