Natacha la consumía él dolor y la tristeza, no sabía con que se iba a encontrar cuando ella volviera a casa, su mente pensaba más de lo necesario.Natacha pensó.
"Cuando vuelva, quizás Andrés ya halla hablado con él juez para sacarme al niño.
Natacha lloraba sin consuelo, estaba sentada en una plaza, se quedó un día más, de pronto pensó "Si los llamo".
No es buena idea".
Natacha había perdido todas las esperanzas creía que había perdido, su hijo para siempre.
En cambio Andrés, comenzó a dialogar mucho con Ulises.
—¡ Hijo ella es tu mamá!—, te ama mucho—,está enojada con justa razón aquella noche me quedé trabajando y ni siquiera me acordé que debía informarle —,como habíamos llegado.
— Hijo cuándo llegue Natacha, le vamos a tener que pedir disculpas y muchas ¿Te parece?
— Padre, ella es muy buena conmigo
— Contestó Ulises.
Los dos chocaron sus manos como diciendo todo bien.
Llegó la hora en que a Natacha la esperaba su vuelo.
En cuánto Natacha llegó, pudo apreciar que en él aeropuerto no había nadie esperando la, pero como iban a ir a buscarla si ella no le había avisado a nadie.
Natacha llegó a su nueva casa, apenas entró sintió que estaba muy sola, no tenía intenciones de llamar al padre de Ulises, para no molestarlo.
Se preparó unas milanesas, con bastante limón, unas cuántas lágrimas rodearon su rostro, luego llamó a su madre para comunicarle que llegó muy bien.
—.Su madre no quiso preguntarle nada, ella sabía que todo estaría bien, se lo decía el corazón de madre.
Natacha se queda un día más, en casa de su madre, pues para ella lo único más importante es su hijo, pero es frío con ella, ella sufre en silencio.
Resulta ser que Andrés lo lleva a su hijo, justo cuando ella no estaba y a Natacha se le había pasado por alto, solo pensó en la reacción que tuvo su hijo y Andrés con ella.
Natacha lo había estado llamando, pero Andrés no Contestó, él no se había dado cuenta que le tenía que avisar a Natacha cuando llegará con su hijo.
Natacha no deseaba volver, pensaba que Andrés seguro iría a un juez y lo haría quitar a su hijo, ella no quería volver y encontrarse con lo peor, se metió a la cama y perdió él vuelo que salía por la tarde
—¿Hija que pasó? — .Madre no tengo ganas de regresar—,y saber que Andrés me quitó mi hijo por no estar, y no cumplir.
Natacha comienza a llorar como una niña, llora sin consuelo, está una semana metida, en la cama no quiere volver siente mucho miedo, no desea tener que afrontar su triste realidad, cuando ella creyó tenerlo todo resulta que lo hecha a perder y no estar, justo en los días que le había dado él juez.
A la semana siguiente, Andrés lo lleva a su hijo él día que le toca estar con Natacha, pero otra vez ella no se encuentra.
—¿Hijo extrañas a Natacha— .Si padre ella es muy buena conmigo.
—Pero ella ahora está enojada
— ,no quiere verte por lo de tu reacción esa, que te fuiste hijo y te encerrarte en tu cuarto.
—¿Padre y ahora que vamos hacer?
—Esperar que vuelva hijo —y nunca más hacer eso lo de tus berrinches.
Está vez no la llama y lleva a su hijo de vuelta, prefirió llamar a la niñera.
Pasó una semana y Natacha decidió volver, en él trabajo la estaban reemplazando.
Natacha se despide de su madre, su madre como siempre le desea siempre lo mejor.
—Hija que te valla bien—,no te olvides de llamarme en cuánto llegues.
Natacha llega a su nueva casa, se encuentra llena de hojas y sucia.
Natacha se coloca un delantal y manos a la obra, deja todo hermoso y reluciente, no se anima a llamar a su hijo, seguro ya el juez a dispuesto que se lo quiten por no cumplir los días que su hijo, tendrá que estar con ella.
Pasa la mano por su cara, y se la deja manchada por la tierra que había sacudido de los muebles, tenía un pañuelo y un delantal.
Andrés se le ocurre pasar por aquella casa y la ve limpiando y encerrando los pisos, se fija en su cara que la tiene manchada.
Andrés toca el timbre de la casa Natacha se encuentra en él patio, dónde de afuera se ve."Quien será"
pensó Natacha, ella se acomodó él cabello y abrió la puerta.
—¡Hola!—,pero qué guapa te ves.
Natacha se miró al espejo y vió su cara manchada.
—Disculpa Andrés, que me presenté así debía poner todo en orden lo de mi casa.
—¿Ya fuiste al Juez?— ,¿para pedirle me quitará a mi hijo?— , por no cumplir los días.
Natacha se puso a llorar.
—¡Por favor no me lo quites, es lo único que tengo!
Andrés abrió los ojos grandes, en su mente jamás había pensado hacer algo así.
—Tranquila, tontita jamás he pensado hacer eso— ,al contrario fue culpa mía y de mi hijo.
—Estuve hablando con mi hijo— ,y nos dimos cuenta que él estuvo muy mal de su parte, querer encerrarse en la habitación y después marcharse sin saludar.
Natacha secó sus lágrimas.
—Deja que te limpie—,tienes sucio tu rostro.
Andrés cuándo se acercó a ella sintió, la sensación como si la hubiese conocido de siempre, sus manos estaban temblorosas por el cansancio que ella tenía .
Andrés fijo su mirada, en los ojos de Natacha, se dió cuenta que ella tenía los ojos más hermosos que halla visto, su cara angelical lo dulce y delicada .
—¡Te pedimos disculpa en nombre de mi hijo y él mío! lo siento mucho.