Al abrir los ojos, Olivia se encontró en la habitación de Eduardo. Se recompuso sin dejar de ver los rincones, él no estaba ahí. Llevaba una playera blanca de hombre sobre el cuerpo y el pantalón había desaparecido. Al intento de ponerse de pie e ir por su habitación, lo vio salir del baño. Una toalla cubría las caderas y la piel la mantenía húmeda. Pero eso no llegó a sorprenderla, para ser honesta conocía la anatomía de los hombres al desnudo, lo que la hizo pensar fue aquel tatuaje que él cargaba debajo de las costillas, era una letra “Z”. Un hombre tan pulcro en medio de una familia refinada que no toleraba ese tipo de cosas, ¿Tenía un tatuaje? - Al menos ten la decencia de saludar. – dijo Eduardo sin llegar a verla. Olivia parpadeó tras ser despertada por su voz, endureció el ros