- Al despertar me encontré en el hospital. – dijo Eduardo. La mirada estaba desolada y su voz era frágil como un papel. – mis padres me informaron que Mariano no sobrevivió a la caída. Tuvo un golpe en la cabeza lo que dificultó las cosas. Él murió por mi culpa, Olivia.
Olivia lo acarició con más fuerza viviendo cada momento del pasado de Eduardo.
- Volví a los dos años a la montaña para dejar de atormentarme, pero fue en vano, aun el miedo me arremetía. Ni siquiera podía poner un pie en el suelo y las cosas dificultaron cuando cayó una tormenta en el mismo lugar donde perdí a mi hermano. Me paralicé bajó la lluvia y caí al suelo. Con la poca conciencia que aun me quedaba, una muchacha me sostuvo en sus brazos y empezó a calmarme. Estoy seguro que era ella, era Zoé, su perfume de vaini
