Lo bueno de los domingos era que Adam tenía descanso y podía ir a visitar a su familia. Sentía que necesitaba estar por fuera de la academia para poder tranquilizar sus pensamientos, sobre todo en un momento tan decisivo para su vida al tener el segundo ascenso y el cual marcaría el camino a seguir una vez se graduara. La casa de sus padres no había cambiado absolutamente nada desde que se había marchado a vivir en la academia. Aunque notaba el pasar de los años en su pequeña hermana, la cual no estaba tan pequeña, se había pegado un estirón bastante sorprendente. Ahora le hablaba como su igual, debatiéndole temas sobre soñadores y le mostraba los muchos libros que estuvo leyendo en ese tiempo. —No me decido entre la especialización de Cazadores de Sueños y el Reconocimiento de DéJá Vu