Jensen desde pequeña entendió que, para poder escalar en el CCI debía mostrarse fuerte, impenetrable y casi insensible. Al ser estudiante, la mayoría de sus compañeros le tenían envidia e intentaban hacer de todo para verla caer, por lo cual, su puesto como aprendiz del capitán Yakov debía preservarlo mostrándose casi perfecta: no había espacio para la imperfección. Ni siquiera con sus amigos más cercanos pudo mostrarse asustada o decir los sentimientos verdaderos que afloraban en su pecho. Perfeccionó el llanto mudo y decidió vivir sola a temprana edad para poder descansar de sus muchas máscaras cuando estuviera en completa soledad. En su apartamento, a la luz de la luna, mientras observaba el paisaje urbano, soltaba el llanto y se daba todo ese amor que prácticamente nunca pudo recib