ADRIANO Los últimos días habían sido extremadamente largos, y todo lo que ansiaba era relajarme y descansar, si eso fuera posible, dadas las circunstancias que nos rodeaban. Llevé a Raven al baño para que se duchara. Tras abrir la puerta, encendí el agua y esperé a que se calentara. El vapor llenó la habitación mientras la despojaba de su ropa y el cabestrillo, y me detuve un momento para admirar su belleza. "Tu belleza es absolutamente deslumbrante," le susurré, deslizando mis dedos por sus brazos mientras la hacía girar lentamente para examinar sus puntos de sutura. "¿Cuándo te los quitarán?" "Pronto," suspiró, girándose para despojarme de mis prendas. "Bien. Me alegra oír eso," dije, rozando sus labios con los míos antes de deshacerme de mi camisa y pantalones. Arrojé mi camisa al