ADRIANO
La oscuridad me envolvió mientras el zumbido en mis oídos persistía. Me sentí mareada y con náuseas, completamente desorientada y perdida. Con un gruñido, alcé la mano y golpeé con los nudillos una superficie de terciopelo.
—Maldición.— Mis dedos tocaron la textura familiar del techo del automóvil. Algo húmedo goteó sobre el dorso de mi mano y abrí los ojos para observar las gotas de sangre en mi piel.
Luego, alcé la mano y palmeé la herida en mi sien, sintiendo los dedos resbalar por el charco de sangre en mis manos. Gruñí en respuesta.
¿Qué demonios había sucedido?
Raven.
Raven estaba en ese maldito vehículo.
Cambió mi atención hacia ella y fijé mis ojos en la mujer que estaba situada entre Nyx y yo. Yacía inconsciente y sangrando por la cabeza debido a un golpe.
—Maldita
