Ulises. * Sonrío mirando a los bebés desde el vidrio, el pequeño Uriel está extremadamente tranquilo mientras que Abram no deja de llorar y hacer berrinche. - Wow ... Son hermosos. ¿Cómo está Ángel? - Pregunté Adriana sonriendo. - Está descansando, solo deja que duerma un poco más y luego lleva a los bebés para que les dé biberón. - Explique sonriendo. - Si les va a dar fórmula fórmula dejar que lo hagas tú. - Dijo mamá cruzándose de brazos. Alce una ceja, ella es madre debe entender que la conexión es más fuerte entre la madre y el bebé. - Se sentirán más cálidos con Ángel. - Dije sonriendo. Nos quedamos mirándolos hasta que una enfermera llegó y abrió la puerta, llegó uno, salió y yo lo entregó. - Han ido a despertar a su majestad y darle una nueva bata, en eso nosotros llegamos
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