Una semana paso volando para Sienna desde que entro a la gran empresa a trabajar.
Y aunque la niña se mostro al principio muy timida, nerviosa e intimidada por la belleza masculina de su nuevo jefe, el señor Preston Alexander Linderton quien tiene unos hermosos ojos como esmeraldas brillantes que la miran tan intensamente...
La verdad es que despues de verlo con esa chica y despues de escucharlo dirigirse a ella misma y toda chica en el edificio de la empresa, Sienna supo que ese chico es un don juan coqueto y consumado.
Ademas, en ese poco tiempo en que Sienna comenzo a trabajar a marchas forzadas en ese horario tan agotador, la niña pocas vio a su "jefe" realizar verdaderas labores en la empresa.
Sienna era la que realmente se encargaba de su papeleo, sus finanzas, responder sus mails, limpiar su oficina y traerle su cafe y desayuno por la mañana.
Pero, en ese, su primer dia de vacaciones, Sienna agradece tener el seguro de gastos medicos pues, despues de consultar con una enfermera del hospital, la niña pudo confirmar que su padre tambien tenia derecho de usar las instalaciones del mismo.
Asi que, en ese dia, la niña pudo alquilar un taxi especial para su padre y una silla de ruedas para llevarlo a que realicen un chequeo medico general junto con unos estudios especializados.
"Por favor, si son tan amables en seguirme."
Indica la recepcionista a Sienna y su padre en silla de ruedas cuando los dos por fin lograron descender del coche de alquiler.
"En un momento llamaran a su padre por su nombre."
La recepcionista les indica la puerta del consultorio medico donde los atenderan por lo que la niña espera pacientemente a que el doctor salga.
Echando un rapido vistazo a su alrededor, Sienna se da cuenta que toda la gente se ve adinerada.
Y no es para menos.
El hospital es uno de los tres mejores del ramo medico.
"Señor Joshua Delany."
Un medico de edad media llama por su nombre al padre de Sienna quien levanta la mano indicando que esta con el paciente a quien llamaron recien.
"Por favor, entren los dos."
Les indica amablemente el medico quien se aparta para dejar pasar la silla de ruedas.
"Bien, he leido el expediente de su padre, señorita Sienna y creo que podemos ayudarlo a que su lesion sea tratada."
"Y su dolor disminuya."
Eso era pura musica celestial para los oidos de la chica!
"Extraeremos un poco de sangre y demas estudios basicos para despues llevar a su padre a los estudios delicados."
La niña asiente mientras observa a la enfermera y doctor quienes revolotean alrededor de su padre.
"Llevaremos a su padre ahora al ala especializada para sus estudios."
"Por favor, espere en la sala para familiares de los pacientes."
Indica la enfermera del medico quien abre la puerta para que la chica salga.
"Estare afuera esperando papi."
La linda niña se despide de su padre quien asiente muy ligeramente.
El tiempo parece arrastarse tan lentamente mientras Sienna espera sentada en ese lugar un poco deprimente por lo que la niña se levanta para ir a la cafeteria pues el olor a cafe la esta llamando!
Rebuscando en su bolso monedas para comprar un cafe, la niña se forma en la fila para ordenar un delicioso cafe cuando de pronto...
"Oye imbecil, ten cuidado por donde caminas!"
La voz enfurecida de un hombre hace que todo el mundo gire sus cabezas para ver que ocurre.
"Lo...lo...sien...siento..."
Susurra casi sin aliento un delgado chico, completamente palido y algo encorvado quien viste ropa deportiva que le queda un poco holgada para su escualido cuerpo.
"Tiraste mi cafe sobre mi desayuno imbecil!"
"Si no fueras un mocoso, te golpearia!"
El hombre enfadado se limpia con una servilleta larga el cafe que se derramo sobre su ropa.
"Oiga, ya le dijo que fue un accidente!"
"No tiene que ser tan grosero con el chico!"
Sienna, quien muchas veces antes tuvo que defender a su padre cuando golpeaba o tiraba cosas sin querer de sus vecinos debido a su lesion o que se quedaba sin fuerzas, defiende con determinacion al chico.
"Tome, puede comprarse otro maldito cafe y desayuno."
"Vamos."
Sienna toma el brazo del chico para sujetarlo tal como hacia con su padre antes, cuando todavia podia caminar un poco.
"Es hora de irnos de este lugar."
Sienna no es la unica en fulminar con la mirada al hombre quien no se inmuta ante nadie ni nada.
"Si mejor larguense."
Comenta el grosero hombre ganandose la enemistad de todo el mundo en la cafeteria.
"Ven conmigo, no hagas caso de ese grosero hombre."
La niña camina al mismo lento paso del chico, pero cuando sostiene su mano delgada y palida, Sienna se asusta un poco porque esta mortalmente fria!
"Oye, te encuentras bien?"
"En verdad no fue para tanto..."
Cuando Sienna mira el semblante del chico puede ver el sudor corriendole por su frente mientras su cara palida esta contraida por el dolor.
"MMMMHHH..."
El chico deja escapar un doloroso quejido antes de que sus piernas le fallen.
"No, espera, que te sucede?"
"AYUDA, POR FAVOR ALGUIEN AYUDA!"
Para ser tan delgado, Sienna no puede sostenerlo por tanto tiempo.
Antes que el chico caiga al suelo un medico corre en su ayuda, alertado por los gritos desesperados de la niña.
Cuando Sienna mira a su alrededor nerviosa cree ver a la misma mujer rubia del bar y del hotel que antes vio, pero la llegada de un hombre de bata blanca llama su atencion de nuevo.
"Que le sucede?"
Cuestiona el medico cuando llega a su lado.
"No se, estaba bien hace un momento pero..."
El adolorido chico, con sus ultimas fuerzas logra sacar un papel para mostrarselo al medico quien de inmediato grita por una camilla y mas asistencia.
"Rapido, una camilla!"
"A la sala de urgencias intensivas!"
"El paciente esta muy mal!"
La chica corre detras de los medicos y las enfermeras quienes se apresuran para llevarlo a una sala especializada donde pueden ayudarlo.
"Señorita, no puede entrar."
"Espero por favor afuera!"
Una enfermera detiene la loca carrera de Sienna a quien no le queda mas remedio que hacer lo que le indican.
Moviendo nerviosamente su pierna de arriba a abajo, la niña casi se comio todas sus uñas por lo mortificada que esta y aun no hay señales de los medicos ni del chico!
"Que le habra pasado?"
Por fin, el primer medico que los ayudo sale para hablar con Sienna.
"Cual es nombre señorita?"
Cuestiona el medico.
"Sienna Delany, digame doctor, como esta el chico?"
"Que es lo que le pasaba?"
"Porque estaba tan palido y frio?"
"Esta bien?"
"Digame que esta bien por favor!"
La niña no puede calmar su ansiedad y miedo durante sus cuestionamintos.
"El jovencito esta bien todo gracias a usted."
"Estaba sufriendo un doloroso ataque cardiaco el cual pudimos controlar a tiempo aunque no sabemos si este nuevo ataque pueda incrementar el riesgo de un futuro derrame cerebral."
"En este momento le estamos dando medicamentos para contrarrestar sus sintomas y dolor."
A la niña se le contrae el corazon pues el chico, quien se ve tan joven por su complexion y altura, padece del corazon.
"Él ha pedido que entre pues quiere darle las gracias por ayudarlo antes."
La niña asiente tres veces antes de entrar junto con el medico a la sala donde ve al chico conectado a muchos aparatos que hacen ruiditos cada segundo mientras tiene un respirador y varias intravenosas en sus brazos.
"Gracias..."
Susurra debilmente el chico quien mira a la niña con una leve sonrisa.
"No tienes nada que agradecerme."
"Me diste un susto de muerte!"
La niña se tapa la boca porque muy tarde comprende que no debio decir eso.
"Lo siento, quiero decir que me asustaste demasiado."
"Pero ahora estas a salvo y bien."
"Eso es lo que importa."
El corazon del chico comienza a latir mas vigorosamente despues de escuchar las bellas palabras de la chica.
"Bueno, debo irme ahora."
"Por favor, cuidate mucho."
La niña se despide, pero el chico logra tomar la manga del sueter de la niña para detenerla.
"Oh, que ocurre?"
Cuestiona Sienna.
"Quiero...ser..."
El chico tose antes de proseguir su lento y bajo hablar.
"Quiero ser...tu...amigo."
La niña no tiene corazon para decirle que no y le da su numero privado escrito en una hoja.
"Por favor llamame cuando te sientas mejor!"
Sienna se despide con una sonrisa en su rostro agitando su manita antes que un hombre y una mujer entren en la sala gritando algo que ella no comprende.
"Dios mio, me olvide de mi padre!"
Se amonesta Sienna quien corre hacia el consultorio.
Para su buena suerte, su padre todavia tardo en salir varios minutos despues que ella llego.
Despues de canjear los medicamentos escritos en la receta medica que el doctor le extendio programar una nueva fecha para la revision de su padre, la niña de nuevo sube al taxi para ir a casa.
Justo cuando ella termina de recoger los platos del almuerzo que compartio con su padre, un mensaje inesperado llega al celular de la niña.
Desafortundamente debe ir a la empresa pues se presento un inconveniente de ultima hora.
Sienna acuerda que llegara lo antes posible.
El señor Joshua se siente mal cuando su pequeña y responsable hija sale a su trabajo.
Ella casi no descansa.
Todo por su culpa.
Cerrando los ojos, maldiciendo su jodida suerte, el señor Joshua Delany trata de dormir un poco.
"Diga?"
Sienna recibe una llamada de un numero que no reconoce por lo que se retira de sus labores por un segundo para responder.
"Es usted la señorita Sienna Delany?"
Cuestiona una voz femenina misteriosa.
"Soy yo."
"Como tiene mi numero personal?"
Cuestiona la niña intrigada y confundida por completo.
"Señorita Delany, necesito darle noticas urgentes."
La niña se queda fria y anclada a su lugar pues piensa que son mas problemas y mas deudas lo que le espera!
"No por favor!"
"No mas noticias malas!"
Ruega en su mente casi al borde de las lagrimas la chica!