Enamorada de mi profesora de Lengua

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Al entrar,mira a la clase y cuando nuestras miradas se chocan , me sonríe. Me pongo nerviosa, muy nerviosa, incluso me sudan las manos. Avanza hasta la mesa del docente y deja sus cosas , que son varias cajas.

—Muy buenos días a todos , soy Ana Martínez y os daré la asignatura de Lengua y Literatura. Espero que todos nos llevemos muy bien durante el curso —mira de nuevo a toda la clase y sonríe.—Ahora , por orden de asiento, os iréis presentando para conoceros mejor.

Todos nos vamos presentando , ella mantiene una actitud seria aunque todos le sonreían a ella. Alguno se le insinuaba diciendo su hobby, pero Ana los ignora completamente. Llega mi turno y ella sonríe.

—M-Me llamo Marina Sánchez y mi hobby es leer y escuchar música.

—¿Qué tipo de música?

—Normalmente e-escucho rock y a veces heavy metal.

Ella sonríe y asiente , parece que le ha gustado. ¿Por qué tartamudeo? Soy subnormal. Todos terminan de presentarse y aún quedaban 20 minutos para que termine la clase.

—Bien , ahora copiar lo de la pizarra. Serán como unas especies de normas que seguir en la clase.

Empezamos todos a copiar. Es largo, un buen textaco . Menos mal que son unas especies de normas y no el inicio de un tema porque si no, me quedo sin mano.

Suena el timbre, hora del recreo. Todos, hasta mis amigas, salen disparadas al patio, mientras que yo recojo mis cosas y voy tranquila. De pronto, noto una presencia a mi lado , miro y es ella.

—Así que te gusta el rock y heavy metal.

—Exacto , profesora.

—Puedes llamarme Ana , cuando estemos solas.

—Claro, Ana.

—¿Tienes prisa para irte ?

—No mucho, mis amigas se han ido sin mi.

—Ya veo que no.

Ella se sienta al lado de mi , en la silla de Elisabet. Me invita a sentarme a su lado para conversar. Acepto y me siento a su lado.

—Bueno, Marina, me gustaría saber más de ti .

—Pregúnteme sin problemas.

—¿Edad exacta?

—16 , joven aún.

—Si , aún joven.

—Puedes preguntarme lo que quieras.

—¿Eres de aquí?

—Si , he vivido aquí toda mi vida.

Me está haciendo preguntas muy típicas la verdad.

—¿Tienes hermanos ?

—No, vivo sola.

—¿Sola? —levanta una ceja.

—Mis padres están todo el día viajando , ahora mismo están en Holanda.

—Vaya.

—Si, pero ya estoy bastante acostumbrada.

—Esta es una pregunta ya más íntima.

Ya era hora de una pregunta más interesante.

—Pues, adelante.

—¿Tu orientación s****l? Si te incomoda, no la respondas —sonríe.

Abro más los ojos. No me esperaba para nada esa pregunta, sinceramente. No me molesta responderla, pero me ha pillado desprevenida.

—Soy lesbiana.

—Así que lesbiana.

Se queda unos segundos pensativa, como buscando lo siguiente que me tiene que decir.

—Yo soy bisexual , me gustan tantos hombres como mujeres.

—Wow.

No es que me haya sorprendido el hecho de que sea bi , pero me sorprende que haya tenido la confianza de decírmelo. Aunque también me sorprende la mía, con lo tímida que soy.

—Bueno, después de conocernos un poco más, ¿me ayudas con las cajas?

—Claro.

Nos levantamos y vamos hacia su mesa. Cogemos cada una dos cajas y vamos al departamento. Éste está en la planta de arriba, por lo que nos toca subir unos cuantos escalones.

Subimos por las escaleras y nos metemos por un pasillo. Ella va delante y yo detrás. Abre la puerta y entramos en ella. Hay una pizarra digital al fondo, al lado una mesa de profesor con un ordenador, algunas estanterías en las paredes laterales y mesas para estudiantes.

Dejamos las cajas en la mesa. Ana deja su bolso también encima y me mira sonriendo.

—Pesaban mucho, ¿verdad?

—Si bueno. No sé como puedes llevar todo esto sola.

—Pues lo he hecho —ríe.

Me encanta su risa, tiene una melodía alegre y divertida. Es única, comparando la mía, que parezco un cerdo en un m******o.

—Quedan 10 minutos de recreo, ¿quieres bajar o te quedas?

Dudo un poco, algo me dice que me quede, que va a ser interesante. Pero por otro lado algo me dice que huya de ahí. Me decido por lo primero, la curiosidad me puede.

—Bueno...me quedo.

—Bien , siéntate ahí.

Me señala una silla que hay enfrente de la mesa del docente. Me siento y la miro, está muy guapa la verdad. Lleva puesto un vestido n***o con lunares blancos pequeños, le llega por las rodillas más o menos y unos tacones negros. El pelo lo lleva suelto, castaño. Unas gafas negras, pero sin cristales. Espera, ¿cómo?

—Cuando nos chocamos esta mañana , no te ayude a levantarte. Lo siento.

—No te disculpe, Ana. Fue mi culpa así que sin problemas. Por cierto, ¿puedo preguntarte por qué tus gafas no llevan cristal?

—Jajaja , buena pregunta.

Su risa es mágica, me encanta.

—Llevo lentillas , pero me gustan las gafas así que me pongo las dos cosas. Es raro, lo sé.

Toca el timbre, toca volver a las clases. Ella y yo nos miramos.

—Tienes que irte a clase,yo estoy libre aquí.

—Sí, bueno.

Me levanto y pongo la silla bien, en su sitio inicial. La miro a la cara, me está sonriendo.

—Adiós, Ana. Nos veremos en la próxima clase.

—Adiós preciosa.

Me acaba de decir preciosa , ¿por qué? Camino hasta la puerta y me voy.