Capítulo 1
—Mira, es él otra vez —comentó mi mejor amiga Amy, al ver al chico de los lentes oscuros sentarse en la misma banca del parque. La misma banca en la que se sentaba desde hacía una semana atrás.
Disminuí el trote para tomar aire y lo observé acariciar la cabeza del perro que lo acompañaba.
—Venga Amy, deja de ver tíos; hay que darle otra vuelta al parque —alargué mientras volvía a la carrera.
—Admite que el tipo está buenísimo, Abby ofrece lanzando una de sus miradas poco discretas hacia el chico.
—Y si está tan bueno, ¿Por qué no vas y le hablas?
—Lo haré, en cuanto pasemos a su lado otra vez —sonrió maliciosamente—. Y no solo eso, vendré con su número de teléfono.
Puse los ojos en blanco, Amy tenía toda la seguridad que a mí me faltaba, no tenía nada que envidiarle a nadie; un cuerpo de modelo, más una perfecta cara de muñeca le había sido entregada cuando nació.
—Si no lo consigues, deberás ir mañana a la escuela con la peluca de colores que mi padre utiliza para animar fiestas infantiles —la reté.
—Hecho —asintió ella, separándose de mí para ir hacia el chico.
Solo me tomó dar otra vuelta corriendo al parque, para que Amy volviera a correr a mi lado. La observé expectante, ella me sacó la lengua y rodó los ojos.
No se te olvide llevar la peluca de tu padre mañana a la escuela.