Narra Evan
Anoche cuando salí de su habitación después de haberla dejado dormida, me fui en busca de Miguel, baje a recepción para preguntar por su habitación, mientras estoy en el ascensor trato de calmarme, aún no me explico cómo se atrevió a tocarla, por muy ebrio que se esté hay que respetar a las mujeres y cuando una mujer te dice no, es no, así de sencillo, me hierve la sangre solo al imaginar que hubiese podido pasar si yo no llegaba a tiempo, aunque no puedo negar que Emma sí que supo defenderse, verla propinarle 2 golpes en la cara y una patada en las bolas me ha llenado de satisfacción, pero lo que más me sorprende es ver la entereza que tuvo, no ví ni una lágrima en sus ojos, creo que el único atisbo de fragilidad fue cuando somnolienta me pidió que no la dejara, a leguas se ve
