Narra Emma Abordo el avión y me dirijo hacia mi puesto, lo malo de volver en clase turista es que los asientos son de lo más incómodo y siempre el pasillo está atestado de personas, intento llegar a mi puesto sin ser pisoteada o empujada por alguien en su afán de conseguir el suyo y doy gracias a Dios cuando llego ilesa. Me hubiese gustado viajar en primera clase o algo así, pero como terminé el viaje antes de tiempo solo me alcanzó para esto ya que la empresa era quien cubría todos los gastos. Fueron las 3 horas más largas de vuelo que pude tener, yo solamente deseaba una cosa, era llegar a mi casa y luego ir a abrazar a mis padres, para algunos eso es algo infantil pero creo que sin importar la edad que tengas, un abrazo de cualquiera de tus padres es reconfortante a tu vida. Durante