Punto de vista de Aria La rigidez de su erección empezó a presionar con firmeza contra mi zona íntima, solo separados por su pantalón y el fino encaje de mis bragas. Noah deslizó su mano entre mis piernas, desatando una oleada de sensaciones por todo mi cuerpo. Sin embargo, lo aparté con resolución, clavándole una mirada fría. —¿Es esta tu estratagema? —inquirí— ¿Acostarte conmigo para forzarme a abandonar a Henry? Funcionaría si no fueras tan desmesuradamente enamoradizo. Noah lamió sus labios, saboreando el beso ardiente y pasional que acabábamos de compartir, esbozando una sonrisa maliciosa. —No puedes negar que también lo disfrutabas, señorita Avaroux —se mofó. Sus dedos se dirigieron a su nariz, inhalando profundamente. No había duda de que el penetrante aroma de mi excitación i