Lexia.
Corro para alcanzar a Sander, él tiene mi mochila del instituto, me está esperando en el estacionamiento junto a su moto, al llegar respiro un poco acelerada, no porque esté cansada sino por la adrenalina que siento después de haber dejado que Luka supiera que soy su mate.
— ¿Y?, ¿le dijiste? – pregunta pasándome la mochila.
— Lo sabe. – susurro con miedo, entrecierra los ojos.
— ¿Te rechazó?
— No. – respondo en voz baja.
— ¿Cómo te fue?
— Está loco. – susurro de nuevo y mi amigo se ríe a carcajadas. – Vámonos, no quiero que nos alcance. – digo rápidamente y mi amigo sube a su moto esperando a que haga lo mismo.
— No podrás esconderte por siempre de él, lo sabes, ¿no?
— Sí, pero, aléjame de aquí. – pido subiendo rápido, volteo viendo que Luka sale del instituto buscándome c
