Luka. Camino de regreso a la mansión principal de la manada, acabo de ir a verificar la seguridad de nuestros límites, grupo por grupo, el Alpha se la pasa muy metido en un tema, uno del cual sé que a largo plazo lo único que ocasionará es problemas. — Luka. – me llama el señor Álvaro tan pronto paso por la entrada. — Dígame. – respondo en forma respetuosa, él me hace una señal para que me acerque. Extrañado lo hago, lo sigo hasta el comedor de la casa, mira a todos lados como no queriendo que alguien más escuche lo que debe de decirme, una vez que parece convencido de eso, me mira. — Lo que sucede es que… necesito un consejo. – elevo una ceja en señal de confusión. — Señor, ¿qué consejo puedo darle yo a usted? Muchos según él, ¿no ves que el más viejo de esta casa? Leo, le debemos