Lexia. Arya y yo estamos en una de las habitaciones de invitados de la mansión principal de la manada, subí corriendo con la esperanza de que el beta no me siga, gracias a la Diosa Luna, que él se quedó ahí mismito. No puedes huir del beta por siempre. Lía, loba traicionera, ¡tomaste el control de mi cuerpo! No tengo fundamentos para defenderme, pero no me arrepiento, me besé con mi macho y qué delicia de labios. Me las pagarás. Sacudo la cabeza queriendo concentrarme en la ropa, esta noche debemos brillar, es la “Inauguración” de la “idea” de Sander. Cuando encuentro algo bonito se lo muestro a Arya, pues primero quiero dejarla hermosa para que deje sin palabras al Alpha. — Lexia, somos amigas, habla conmigo. Quiero seguir evadiendo el tema, pero, lo poco que la conozco me deja c