Engañando a mi abusivo hermanastro.

Capítulo 1 - Mi Bravucón.

POV. Johnnie.

Me apresuré por el pasillo, manteniendo mi libro cerca de mi pecho mientras trataba de evitar a la mayor cantidad de personas posible.

Maldición... Voy a llegar tarde de nuevo. El profesor Harris me va a matar. Le había pedido que revisara mi ensayo final para mi clase de inglés y dejó en claro que no quería perder su tiempo.

Mañana era el último día para entregarlo antes de las vacaciones de verano.

Doblé por la esquina y me choqué directamente con una pared... Bueno... Lo que pensé que era una pared... En realidad era un pecho. Un pecho muy musculoso y duro para ser exactos.

Mirando hacia arriba, sentí cómo se me caía el estómago... 

Mierda... Caspian King, mi bully de la escuela secundaria.

Caspian y yo nos conocíamos desde que éramos niños... Su hermano Alder y mi hermano mayor Ben eran mejores amigos. Ellos tienen seis años más que nosotros y en realidad dirigen una agencia de publicidad juntos. En la que los padres de Ben y Caspian invirtieron.

Se llama Dave King, es uno de los hombres más ricos del país y tiene varias casas en todo el mundo... Creo que actualmente está de vacaciones en Suecia. Bueno, eso fue lo último que supe...

La única razón por la que sé esto es gracias a Alder y a las cenas familiares que tenemos los domingos… Afortunadamente, Caspian no asiste a esas cenas. Su mamá, se llama Viva, en realidad conoció a mi mamá en la escuela secundaria y han sido mejores amigas desde entonces. Nuestros cuatro padres lo fueron en su momento... Bueno, eso fue antes de que todo se fuera al diablo. Viva no ha estado viniendo con tanta frecuencia... Y no estoy segura de por qué. Pero puedo sentir que pasa algo... Ben también puede.

Él vive en Seattle actualmente, así que no está muy lejos de la WSU. Actualmente soy una estudiante de primer año y ya me siento como un fracaso... No estoy segura de qué carrera voy a  seguir aún... Así que estoy trabajando por lograr mi título de asociado. Anoté "Licenciatura en inglés" al principio... Pero simplemente no se siente correcto. 

No sé qué estoy haciendo... Eso ha sido un problema.

Por supuesto, Caspian también asiste aquí y está en el equipo de hockey. Definitivamente luce como un jugador de hockey con su imponente estatura de uno con noventa y cinco y sus hombros extremadamente anchos. Apenas podía ver los tatuajes asomándose por encima del cuello de su camisa y sabía que había muchos más. 

En nuestras últimas vacaciones familiares, incluso añadió uno más. Toda su espalda y brazos están cubiertos de ellos. Pareciera que todo sucedió de la noche a la mañana.

Tan pronto como cumplió los dieciocho años, parecieron multiplicarse cada vez que lo veía. Pero, ¿qué me importa? No es como si quisiera verlos de todos modos... Bueno, al menos no más...

Tal vez hace unos años sí, pero mi segundo año de secundaria lo cambió todo.

Este año, mi papá fue declarado desaparecido en el mar, solía trabajar en los barcos de pesca de cangrejo en la costa sur del océano Pacífico y usualmente solía estar ausente durante semanas, a veces incluso meses. Pero la última vez que salió, recuerdo suplicarle que no lo hiciera. Iba a perderse mi primer recital de piano y me sentí destrozada... Parecía que nunca estaba allí... Como si siempre se perdiera todo lo importante en nuestras vidas.

Estaba tan enojada... lloré toda la noche e incluso ni siquiera me despedí de él. Entró en la habitación y me besó en la cabeza.

"Adiós Jojo, prometo que esta será la última, ¿de acuerdo? Te quiero, dulce niña" 

Simplemente lo ignoré y hundí mi rostro en la almohada... Y luego se fue. Después de unos minutos, me di cuenta de mi error y salté de la cama para alcanzarlo, pero era demasiado tarde.

Eso fue todo... después de eso, nunca volvimos a verlo. Ahí fue cuando las cosas cambiaron. Cuando dejé de intentarlo y sólo usaba ropa holgada. Siempre fui un poco regordeta y ya de por sí me molestaban lo suficiente por eso, así que cuando pasé por mi "fase oscura"... las cosas empeoraron.

Y por supuesto, mi principal tormento era Caspian. Lo peor era que él también sabía acerca de mi papá... Y sin embargo, no le importaba en absoluto.

—Joder Turner, ¿cuándo fue la última vez que te bañaste? Hueles como mierda —decía, haciendo que todos a mi alrededor me señalaran y se rieran.

Yo sólo bajaba la cabeza y me alejaba. Me había bañado esa mañana... Puede que no pareciera porque me recogía mi cabello rubio y arenoso en un moño desordenado... Pero él lo decía para lastimarme.

Muchas veces usaba las sudaderas de mi papá y no estaban precisamente en las mejores condiciones... Así que tal vez eso también tenía algo que ver.

En algún momento, solíamos llevarnos bien. Mi hermano y yo pasábamos la noche en su casa juntos, pero luego después de la secundaria, las cosas comenzaron a cambiar. Caspian comenzó a alejarse de mí... Y me gustaba él... Mucho... Más que un simple enamoramiento... Estaba planeando bodas y nombres de hijos. Fue terrible... Pero ahora, no quiero saber nada de él.

—Ten cuidado por dónde vas, Turner —dijo de manera grosera mientras apretaba los dientes y trataba de pasar a su lado—. ¿Qué? ¿Hoy no vas a llorar? Sabes que realmente me alegra el día cuando lloras —susurró, haciendo que un escalofrío me recorriera mientras mantenía mi mirada hacia abajo e intentaba pasar junto a él de nuevo.

—Muévete... Por favor —agregué... mal diciéndome a mí misma por ser ridículamente educada con este neandertal.

—Creo que puedes hacerlo un poco mejor que eso, ¿no es así, Johnnie? —Escuché la sonrisa en su voz mientras de repente levantó la mano, agarrando firmemente mi mentón y levantando mi cabeza, obligándome a encontrarme con su mirada.

Me quedé atrapada en sus ojos azul profundo, la diversión que había en ellos me hizo apretar los puños antes de morderme por dentro de la mejilla.

—Por favor, Caspian, ¿puedes moverte? Voy tarde —solté con dificultad, antes de escuchar cómo se burlaba.

—¿Por qué sigues viniendo aquí? Ni siquiera tienes una vida social... Tal vez te beneficiaría tomar clases en línea... Así no tendría que ver tu fea cara todos los días —escupió, lo que hizo que frunciera el ceño, luchando por contenerme.

—¿Por qué me odias tanto? ¿Qué te hice? —Susurré antes de ver una sonrisa de satisfacción llenar su rostro.

—Naciste... Eso es razón suficiente —sonrió brillantemente antes de soltar mi brazo y empujarme para pasar.

Sus palabras me hicieron colapsar, sentí cómo se me apretaba el pecho. Rápidamente me dirigí al baño, empujando la puerta del cubículo para encerrarme dentro. Me cubrí la cara con las palmas de las manos, tratando de respirar lenta y profundamente, intentando mantener la compostura.

No fueron las peores cosas que me ha dicho... Pero aún así... Me afecta igual.

—Oh, Dios mío, ¿viste lo que Caspian llevaba puesto hoy? —De repente, el sonido de voces llenó el baño.

—Lo sé... qué puto dios... en serio. Eres muy afortunada, Ava… —Hablaba otra chica, haciendo que cerrara los ojos y contuviera el gruñido que quería escapar de mí.

Ava Wilson.

La actual novia de Caspian. Otra persona que no es fanática mía, probablemente por asociación.

¡¿Por qué qué demonios le hice yo a ella?!

—Pero ¿qué pasa con esa chica gorda? ¿Por qué siempre está cerca de él? —preguntó la amiga, haciendo que mi corazón se hundiera mientras mordía mi labio nerviosamente. De hecho, había perdido mucho peso el año pasado con el apoyo de Ben y Alder... pero al parecer tener curvas te clasifica como gorda. Tal vez vestir ropa holgada no ayuda a mi caso... Pero aún así.

—Oh... ella no es nada... Caspian de hecho la odia. Supongo que solían acostarse en la secundaria o algo así y ella se volvió muy pegajosa. Les contó a todos sus amigos que era pésima en la cama... —Susurró, haciendo que una mueca se formara en mi rostro... nunca hice eso...

En realidad, era lo contrario... estaba aterrorizada de estar a solas con él porque me ponía muy nerviosa... Éramos amigos, pero me aseguré de ocultar mi enamoramiento... o eso creía.

—Oh, Dios mío, qué psicópata. ¿Así que todavía lo sigue? —preguntó la amiga, a quien ahora me di cuenta era Tammy Patrick, una de las secuaces de Ava.

—Sí, supongo que Caspian dijo que se acostaron en la secundaria o algo así y se volvió realmente pegajosa. Les dijo a todos sus amigos que era pésima en la cama… —Se rió, haciendo que se me cayera la mandíbula de la sorpresa mientras la ira ahora hervía en mis venas.

Sin siquiera pensar en lo que estaba haciendo, golpeé la puerta del cubículo abriendo de par en par, haciendo que las dos chicas gritaran mientras se retocaban el maquillaje. Ava sacudió su mano, haciendo que su brillo de labios rosa se deslizara por su mejilla mientras me miraba con los ojos bien abiertos.

—Eso es una mentira total. ¡Nunca dormí con Caspian! —Grité, haciendo que las chicas se miraran entre sí y luego me mirarán a mí.

—Bueno... ¿Por qué mentiría sobre eso? Se veía bastante avergonzado, de hecho —Ava se burló mientras me inspeccionaba de arriba a abajo.

—Con justa razón, por supuesto… —añadieron sus amigas con una risa.

—¿Vergüenza para él? Más bien vergüenza para mí... No me acostaría con Caspian King ni aunque fuera el último hombre sobre la tierra —grité, haciendo que las chicas abrieran los ojos de par en par mientras seguía hablando—. Es el chico más repugnante, vil e inmaduro que he conocido y estoy bastante segura de que su actitud excesivamente confiada es una compensación por algo que le falta. Pero tú sabrías más de eso que yo, ¿verdad Ava? —Añadí antes de dar media vuelta y dirigirme hacia la puerta, solo que no se movía… y... y estaba respirando, muy pesadamente, debo decir.

—¿Qué demonios acabas de decir? —Caspian apretó los dientes, haciendo que mi cuerpo se congelara mientras levantaba lentamente los ojos, encontrándome con su apuesto y enfadado rostro.

Su pelo n***o y desgreñado caía sobre su rostro y sus ojos azul profundo habituales estaban casi negros... Nunca lo había visto tan enfadado en mi vida.

—C-C-Cas… —ni siquiera pude pronunciar su nombre antes de que él levantara la mano y agarrara mis brazos con fuerza.

—¿En serio estás hablando m¡erda de mí en este momento? —preguntó firmemente y yo negué con la cabeza como una cobarde.

—Ava, ¿ella estaba hablando m¡erda? —le preguntó a la rubia detrás de mí y supe, sin lugar a dudas, que ella debía estar sonriendo de oreja a oreja en este momento.

—Sí, lo hizo, cariño, también intentó pelear conmigo ¡Me dio mucho miedo! —Ava dijo con un sollozo, haciendo que girara la cabeza para fulminarla con la mirada.

—No, no la mires a ella, mírame a mí —apretó los dientes, haciéndome temblar mientras inclinaba la cabeza para mirar al monstruo—. Johnnie Turner, no tienes ni idea del infierno que te has buscado —dijo con la sonrisa más perversa que había visto en mi vida.

Estoy en problemas…