Respondió Santiago, Karen se rio, caminó al armario para ponerse unas bragas y un vestido entallado a medio muslo con escote al frente por lo que no usó brasier y completó su atuendo con unos zapatos bajos tipo tenis. Ya vestida y maquillada salieron a desayunar como todos los domingos y cuando Santiago aparcó el auto en el estacionamiento, ella le enseñó a su novio la pantalla de su celular diciendo
— Me gustaron estos dos bikinis ¿Los pido? — El afirmó y ella agregó— ¡Pásame tu tarjeta!
Al terminar la transacción Santiago volvió a ver los “bikinis extremos” en la pantalla del celular y expresó
— ¡Guau! ¡Te vas a ver increíble! Vas a pararle la v***a a todo Cancún — Karen se rio y preguntó
— ¿Te gusta que enseñe?
— ¡Mucho! Hay quien dice que es perversidad y otros que es presunción,
